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Mats

—¿Quién ha sido la persona más extraña que has tatuado? —pregunta Brock mientras le limpio con alcohol la piel del tobillo.

—No sé si es extraño, pero es misterioso y... algo inquietante. Creo que es un mafioso o algo así.

—¿Por qué lo crees?

—Auto de lujo, traje costoso, un Rólex, eso ya llama mucho la atención. Tiene llamadas telefónicas algo misteriosas, dice como "sí", "comprendo", "encárgate" "en una hora". Ah, y siempre carga armas de fuego.

—¿Armas? ¿No se te ocurrió comenzar por ahí?

—Trataba de generar suspenso —me río—. No sé cómo se llama, nunca me lo ha dicho, viene seguido, le he tatuado los dos brazos. Es amigable. Una vez le pregunté por qué llevaba armas y me contestó que era para castigar a "los chicos malos". 

>>¿No serás tú el chico malo? >>le pregunté.

>>Debe ser por eso que ellos también llevan armas >>me contestó, los dos nos reímos. En serio es agradable.

Estoy terminando de estirar el papel sobre el pie de Brock. Ella está doblegada hacia adelante, mirando el proceso. Cuando retiro el papel, dejando plasmado el diseño en su piel, ladea la cabeza, buscándole la forma.

—Este es un Sol (tú) —le explico señalando con el dedo sin tocar la tinta—, pero es muy cálido y la comparación no es justa. —Brock se ríe con travesura. Tan bien sabe que a su humanidad le falta calidad que ni siquiera me discute—. Le haré unas nubes alrededor y algo de lluvia, también usaré colores fríos, simulando un sol en invierno.

—¿Qué es ese círculo de ahí?

—Estas son las órbitas y este el planeta Tierra (yo), orbitando a tu alrededor, atraído y cautivado por ti, incapaz de alejarse, sostenido a tu lado por una fuerza que se escapa de mi control. —Brock me sonríe, sus ojos siempre se muestran conmovidos cuando le hablo de esta manera—. Haré unas estrellas brillantes alrededor de todo el tatuaje, y, si se unen con una línea imaginaria, dice ISIS.

Termino la presentación del boceto de mi trabajo, Brock pierde el aliento mientras dice <<Woou>>. Si ya tengo su aprobación, prosigo. Empiezo reuniendo los colores que sé que necesitaré; Brock se recuesta en la camilla. Está ligeramente inclinada para que quede sentada. Me pregunta si va a doler cuando escucha el sonido que hace la tatuadora encendida.

—Sí, bebé, va a doler. ¿Estás lista?

—No. Ya no quiero hacerlo.

—Esa no es una opción.

Brock se muerde cruelmente el labio inferior, está sintiendo el dolor solo por imaginar las agujas en su piel.

—Piensa en algo, para que te distraigas —le aconsejo, lo mismo le digo a todos mis clientes. Si miras cómo te tatúan o piensas en las agujas, sí, sentirás mucho dolor—. Piensa en el fabuloso sexo que vamos a tener cuando lleguemos a tu casa.

—Pensaré en voz alta.

—No —digo rápidamente, solo pensar en las palabras que saldrán de esa boca me provoca calor y no podré concentrarme.

Brock cruza los dedos sobre su estómago. La veo concentrada, debe ya estar pensando en otra cosa. Sumerjo las agujas en la tinta amarilla y vuelvo al pie de Brock con la tatuadora.

Sol en invierno - Pronto se irá a BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora