Daisy hizo una mueca tan pronto como vio a Yuriel.
"¿No tienes prohibido entrar?"
"Parece que no lo escuchaste. Entré con su majestad".
"Ah, ¿la escena que hiciste frente a ella?"
Yuriel apretó los dientes con una tranquila sonrisa.
"De todas formas… La prohibición acaba de ser levantada ".
"¿Tienes libertad?"
Yuriel se acercó lentamente al final del rellano donde estaba Daisy.
“Como dijiste, su alteza es una persona amable y de mente amplia. Gracias a nuestra conversación comencé a trabajar como su sirvienta exclusiva a partir de hoy. Ahora voy de camino a hacer mi primer recado ".
“… Pero, ¿por qué te acercas tanto?
"Porque hay algo que debo hablar contigo".
"¿Sí?"
"Su alteza dijo que pasar tiempo a solas contigo es tan agradable".
“Oh, me pudo haber dicho eso directamente. ¡Su alteza es demasiado!
Daisy puso las manos en sus mejillas y retorció su cuerpo de lado a lado. Yuriel movió las comisuras de la boca por un momento, pero rápidamente se recompuso.
"Tal vez por eso dijo que quería que hicieras algo en secreto. Solo tienes que entregar esta nota. ¿Entiendes?"
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"¿A quién? ¿ahora?"
Yuriel agarró el antebrazo de Daisy y lo tiró hacia atrás.
“No es una recomendación, es una orden por lo que deberías hacerlo ya. ¿Definitivamente lo harás verdad? Dijiste que trabajarías muy duro para su alteza ".
Daisy asintió con la cabeza un poco perpleja. Luego, con una sonrisa de satisfacción, Yuriel bajó la voz y susurró.
“Ahora mismo, en el palacio exterior…"
En ese momento, la muñeca de Yuriel que sostenía la nota fue atrapada y levantada.
"¿Qué?"
Yuriel, que volvió la cabeza mientras fruncía el ceño ante el fuerte agarre, se puso rígida.
"¿Qué quieres decir con qué? Soy yo, Yuriel".
Quien agarró la muñeca de Yuriel fue la princesa que la miraba desde arriba con una lenta sonrisa.
La princesa fácilmente tomó la nota de la mano de Yuriel y la agitó.
"No recuerdo haber ordenado nada"
Yuriel miró a la princesa con expresión de incredulidad. ***
