La mujer del espejo era demasiado atractiva y hermosa. Su pelo rojo brillante se ondulaba y le cubría los hombros y la cintura. El cuerpo, que no era compacto, se dibujó con una curva suave y esbelta. El vestido de interior, que fue bastante revelador, mostró el digno deseo de lucirse de la mujer.
Mientras estaba hipnotizada y admirando la apariencia de la princesa, la criada que llamó a la puerta trajo a mi invitado a la habitación.
Essen Velod.
Fue el hombre que pateó la puerta por la mañana.
"¿Qué es lo que quieres?"
Preguntó, de pie con rigidez, sin ocultar su disgusto. A diferencia de la mañana cuando estaba vestido con un atuendo desordenado, se veía aún más hermoso con un uniforme perfectamente organizado. También pensé que se veía mas severo.
Pero no podía permitirme babear por el en este momento.
"Siéntate."
"Esta es la última vez que te escucho".
"¿Estás diciendo que no vendrás aunque te llame la próxima vez?"
Se veía muy orgulloso. ¿Es esto lo que queda de su ego?
Aparentemente, la princesa le permitía este comportamiento. Lo consideré por un momento.
De alguna manera, a mis ojos parecía atacar con desesperación, como una persona que es impulsada hasta el final de la cuerda y que ya no puede hacer nada.
“¿Has hecho lo suficiente? ¿No está cansada de esto una mujer como tú?
Quizás la princesa encontraba esta parte de él entretenida. Ella debe haber disfrutado mucho este ciclo interminable de confrontación y terminar humillandolo después arrastrandolo a su cama, como una forma de romper su espíritu.
"Sí, estoy de acuerdo".
Acepté de buena gana.
"¿qué?"
"Eres libre de hacer lo que quieras."
Por eso lo llamé en primer lugar. No quería obligarlo a meterse en mi cama solo para acelerar mi propia muerte.
"¿Qué? Te entristece que te deje ir de repente?"
"Estas loca."
Eso es lo que pensé yo también. Me reí, y su rostro se arrugó una vez más.
"¿Cuál es tu posición actual?"
"Como dije, no necesito una carga como tu".
Pero lo necesitarás. Porque estoy por hacer una oferta que la princesa del pasado nunca haría. Entonces pasó.
Ding!
Essen se fue de tu lado. No sabes cuándo regresará ¿Qué harás?
A. Esperar
B. Visitar a la princesa Yeldria.
C. Ve con Lovia, que te espera en tu habitación.
Esperaba que eligiera B. Sería una oportunidad para comprobar la cara de "tu".
Pero el cursor se movió a C, al seleccionar la opción la ventana desapareció
“…¿Lovia?
"¿Por qué mencionas a tu concubino?"
Entonces es mi concubino. Era un nombre que me parecía familiar.
No sabía si reír o llorar por lo que mi rostro se quedó en un punto medio. Robar el hombre de otra, para ser un juego de simulación de citas era terriblemente cercano a la realidad.
