"¿A dónde se fue Leah?"
Había escuchado la misma pregunta unas 30 veces ahora. Pasó que estaba fuera de servicio, entonces Seager había tenido que sufrir el constante cuestionamiento mientras hacía el trabajo de casa.
Sia no parecía estar ni un poco cansada cuando preguntó de nuevo.
"¿Cuándo vendrá Leah?"
“…"
"Seager, ¿cuándo-."
"No lo hará"
Seager respondió sin rodeos. Lo dijo porque no quería continuar escuchando. Honestamente, no quería hablar de ella.
Sia se paró a su lado y tiró de su manga.
"¿Por qué? ¿Por qué no vendrá? "
“…"
Cuando no hubo respuesta, las lágrimas brotaron de sus ojos. Seager ni siquiera se atrevió a dejar escapar un suspiro.
Habían sido solo dos días.
Después de pasar todo el tiempo con Seager y la anciana pareja de al lado, realmente deben haber disfrutado estar con un extraño. Temprano en la mañana, Ansi le había preguntado de la nada que si ella se había ido porque él se había sentado sobre ella y no dijo otra palabra.
El hueco que había dejado tras ella era así de grande. Casi como si hubiera usado algún tipo de truco antes de irse.
Y Seager odió eso. Quería que no le importara. Así que paso todo el día limpiando la casa. También había cambiado las cortinas.
“Olvídate ya de ella. Ella no iba a quedarse mucho tiempo con nosotros desde el principio".
"Pero..."
Sia vaciló un momento antes de continuar, y sus palabras excedieron las expectativas de Seager.
“Escuché que huyó de casa porque la casa de sus suegros estaba llena de niños…"
"¿Quién dice eso? ¿Quién te dijo eso?
"Peeero… si se fue porque no le gustamos…"
Seager sintió una explosión de ira, pero calmó a Sia primero ya que estaba a punto de romper a llorar.
"¡No es así! Es solo, es solo que ella… regresó, a donde debía estar. Porque tenía que hacer algo. Porque aún hay algo que ella tenía que hacer".
Sia no se veía satisfecha con esta explicación. En vez de eso, le hizo una pregunta, como si fuera lo más importante.
"Entonces, ¿no podremos volver a verla?"
Seager acarició la cabeza de Sia mientras ella se inclinó sobre su cintura.
"Ella no se fue porque no le hayan agradado. Juro que no es así. La verdad… ustedes le gustaron mucho".
“…¿Entonces ella vendrá de nuevo?
“…"
Fue su error. Él la rescató, la trajo a su hogar, la alimentó y pasó tiempo con ella. Por eso es que esto estaba pasando. Él solo terminó hiriendo a estos niños inocentes. Seager dio unas palmaditas al hombro de Sia sin decir una palabra.
Pero eso era todo. Lo que Sia quería escuchar era un asunto completamente diferente.
Pensó para sí mismo que atraparía al imbécil que le había dicho sobre los suegros y lo convertiría en polvo. La gente que vio a la princesa cuando Hillakin hacía de matón frente a la casa deben haber regado el rumor.
