Capitulo 16 parte 2

143 14 0
                                    

Aun sosteniendo firmemente mi brazo, el conde se puso de rodillas incómodamente en las escaleras, su peso llevándome abajo con él. Detrás de mi, un pandemonio sobrevino. 

Los aristócratas huyeron dentro del edificio, solo algunas puntas de los pies sobresalían de la entrada después de gritar, si yo estaba bien o no. Instantáneamente, estaba rodeaba de soldados ahora, y, mientras me impresionaba con su cambio y agilidad de respuesta, me preocupaba que Essen no se hubiera escondido a tiempo. Aunque ya había pensado en una excusa en el caso de que fuera atrapado. Aun asi, para que mi plan saliera bien, lo mejor sería que él no fuera expuesto. 

“¡Su alteza!”, alguien me atrajo a sus brazos. Era mi dama de compañía. Observé su rostro nervioso y angustiado mientras ella tomaba un pañuelo de su bolsillo y lo presionaba justo debajo de mi oreja. 

“Lo siento, su alteza. E-esto será suficiente para parar el sangrado por ahora…”

“Está bien” respondí. 

“¿Se encuentra bien su alteza?”

“Sí.”

“Perdóneme su alteza. Pero, qué en la tierra ha pas–” sus ojos estaban llenos de preocupación y posiblemente terror, asi que me estiré y agarré su muñeca. 

“De verdad estoy bien” le dije “No es la gran cosa. Tampoco te pasará nada a ti”

Me puse de pie. Las piernas del conde aparentemente se habían rendido, ya que no se veía como si pudiera levantarse. 

“¡No hay nadie ahí, su alteza!”

Los soldados se habían apurado al lugar de donde provenía la flecha y ahora estaban regresando. Le di la vuelta al pañuelo ensangrentado y lo presioné en mi herida de nuevo. Luego caminé a las escaleras cerca de ellos. 

“No importa” dije. “No traten de encontrar al culpable”

“¡Pero su alteza…!” 

Cuando hice un gesto firme con la mano para detenerlo, se dio por vencido. “Los campos de entrenamiento están cerca. Estoy segura que la flecha se dirigió hacia acá por error”

“¡Fue un ataque deliberado, su alteza!”

“No lo fue” dije firmemente. “Fin de la historia. ¿Tienen algo más que decirme?”

“No, su alteza…”

“Ahora, tendremos que aumentar la seguridad” agregué. “No pienso castigar a nadie– solo encuentra una forma de reforzar nuestras defensas”

“¡Sí, su alteza!”

Después de confirmar que el sangrado había parado, regresé el pañuelo a mi dama de compañía. “Gracias por esto” dije. Entonces vi a uno de los soldados que tenía una pluma en su casco. 

“¿Eres el comandante de los guardias?”

“¡Sí, su alteza!”

“Por favor, ven conmigo.”

***

“¿Eso es lo que hizo? Esa mujer… lo sabía –ella de verdad es algo” dijo el príncipe heredero, tomando una perezosa mordida de su manzana. El asistente estaba boquiabierto. Incluso se sentía un poco insultado al ver que el príncipe apenas había reaccionado al reporte que acababa de hacerle tan seriamente. 

“¿No me ha escuchado bien, señor?”, preguntó incrédulo. “Ahora mismo, el ambiente es–”

“El conde se sentía superior solo porque se las arregló para quebrar a la Princesa Yuriel. Necesitaba ser puesto en su lugar” respondió el príncipe, cortándolo. “No te preocupes. La princesa solo intenta empezar las negociaciones con nosotros de nuevo.”

Caí En Un Juego De Harem InversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora