Una brisa húmeda atravesó la habitación. La luz del sol rojiza se extendía en largas figuras. Humo blanco salió de los labios de la silueta de una mujer.
"Entonces, ¿quién dices que vino?"
La mujer blanca y desnuda se levantó lentamente de la cama. Se colgó una pipa entre los dedos y dejo que la criada la ayudara a ponerse la túnica rojo oscura con estampado de oro.
El pecho de la mujer se contraía cuando aspiraba el humo del cigarrillo hasta los pulmones. El humo ahora caía a sus pies.
"Juranne ha venido a visitarnos".
Lovia hizo una reverencia guardando distancia de ella y tragó nerviosamente.
La primera noche que se convirtió en concubino, fue abandonado porque no pudo satisfacer a la princesa, pero estaba confiado. Si le dieran una oportunidad más, el definitivamente...
Los labios rojos brillantes de la mujer se abrieron de repente.
“¿Juranne? ¿Quién es?"
Cabello rojo brillante se derramó con una elegante inclinación de su cabeza.
“¡…! "
Lovia dejó escapar un suspiro y recobró el sentido. Estaba en su habitación. Lovia se tocó la frente y luego se tapó los ojos con las palmas. Afuera todavía estaba oscuro.
Sus sueños lo obligaron a revivir el momento que más quería olvidar.
"Entonces, ¿qué pasa con Juranne?"
“Soy Lovia Juranne, su alteza."
No siquiera era la primera vez.
Que la princesa no pudiese recordarlo.
Lovia dejó escapar un débil suspiro.
Esta bien. Si se olvida, él solo se lo recordaría. Con solo poder estar a su lado sinceramente.
* * *
Un anciano de cabello blanco estaba dormido en un rincón de la biblioteca. Supongo que era el único responsable de la biblioteca de la capital, y no se movió ni un poco aunque me sentara.
Saqué un libro que Lovia me había recomendado, lo hojeé lentamente y esperé.
Pronto hubo un sirviente que se acercó silenciosamente a mí y se paró a mi lado.
"¿Qué te pedí que investigaras?"
“Nadie ha visto a Yuriel Rose. También fue confirmado a través de la criada de recámara de Su Majestad, por lo que esta es información correcta".
"Buen trabajo."
Volví a mirar el libro. Podía sentir su presencia alejarse de mí.
¿Yuriel y el emperador aún no se han encontrado?
Cerré el libro. De todos modos, debo ponerme a trabajar.
* * *
Las sesiones con Lovia continuaron después de eso. Incluso después de empezar así el primer día, el continuó viniendo a verme como alguien que cumple con sus deberes a la perfección. Gracias él, pude aprender mucho.
"Gracias por este día también."
"Solo cumplo con mi deber".
Lovia respondió incómodamente y bajó los ojos.
Miré la cara el perfil de Lovia mientras él levantaba los libros. Su rostro blanco y ojos profundos realmente tenían un encanto melancólico. Sus pestañas proyectaban una sombra sobre el verde oscuro de sus ojos.
