capitulo 4 parte 3

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Un soldado parado al final del pasillo corrió hacia el rellano.

"¡Detenla!"

En ese momento, era verdaderamente la princesa. Me di la vuelta y comencé a caminar.

Antes de saberlo, estaba corriendo y me quité los zapatos ya que se te interponían en mi camino.

Pronto, descalza y respirando fuerte, llegué frente al palacio del emperador. El soldado que había estado haciendo guardia saltó asustado e incluso antes de decir nada, abrió la puerta de golpe.

Fui directamente al pasillo donde estaba la oficina del emperador.

Vi a alguien correr apresuradamente desde el otro lado y entrar a la oficina del Emperador.

Había llegado tarde. Aunque estaba sin aliento, los perseguí medio paso tarde.

Un hombre con una túnica verde ya estaba susurrando al oído del emperador.

Me abrí paso descalza entre soldados y sirvientes que no se atrevieron a detenerme. Probablemente fue una gran vista. Llegué justo frente al emperador.

“Oh, Leah. Es decir… No, ¿por qué te ves así?

¡Entonces bang!

Haciendo ruido a propósito, puse mis manos en los apoyabrazos de la silla en la que estaba sentado el Emperador.

"Su Majestad."

"S- sí."

"¿Llamaste a Yuriel?"

“…Debes haber estado muy enojada con la orden que di sin que tu supieras".

Mentiras. Cómo puede hacerlo alguien que se hace llamar emperador.

Incluso si trataba de presionarlo, era imposible que me dijera la verdad.

Bajé la cabeza un poco más y lo miré a los ojos. El rostro del emperador, cubierto por mi sombra, frunció el ceño como si se sintiera en problemas.

"Yuriel no vendrá".

“…"

El rostro del emperador se endureció gradualmente.

“¿Estás diciendo que estás desobedeciendo mis órdenes? No tengo demasiado tiempo así que usé a una de tus sirvientas para tu bienestar, pero me aseguraré de que algo así no vuelva a pasar, asi que…"

“Sí, no debería haber más. Y, no estoy hablando de eso".

"¿Qué?"

“Ella rompió mi orden de restricción. Tengo la intención de tratar con esto de acuerdo a la ley imperial. No es urgente, ¿verdad? ¿O necesitas a esa chica ahora mismo? ¿Su Majestad?"

“…Está bien. Definitivamente eso fue culpa de ella".

"No la mataré, así que no te preocupes. Por favor, rescinde tu orden de que ella venga inmediatamente".

“…Lo haré".

Me levanté lentamente. La ira que corría por mi cuerpo había disminuido, pero con todo mi cuerpo sentí que se había formado un duro y caliente bulto debajo de mi corazón.

Aunque esta vez hiciera la vista gorda, no olvidaría esto. Nunca.

Estaba por darme vuelta pero no pude retenerme y dije una cosa más.

"¿Ella te gusta?"

El rostro del emperador se llenó de sorpresa. No como una persona culpable, sino como alguien que nunca había considerado la posibilidad. 

Caí En Un Juego De Harem InversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora