Capitulo 21 parte 1

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Esto tenía que ser un sueño. 

Sentía náuseas y mis manos estaban pegajosas. Humo espeso llenaba el aire frente a mí. No era difícil saber que estaba en la habitación de la princesa. Tomé un suspiro y empecé a toser. El cosquilleo de una risa llenó mis oídos. Era una risa relajada, suave y confiada, entonces me di cuenta inmediatamente de quién era la voz. 

Era ella. 

Levantar mi pie para moverlo era tan difícil como respirar en el aire lleno de humo, pero cuando finalmente me las arreglé para darme la vuelta, la vi a ella, chupando humo de un largo cigarrillo que descansaba en medio de sus labios. Ella tenía el mismo rostro que yo, pero parecía un poco más testaruda y austera.

“Hola,” dijo ella, sonriéndome. 

“Qué…”

De repente, se acercó a mí, juntando sus manos con fuerza sobre mis oídos para que no pudiera moverme, entonces me miró directo a los ojos. Nuestras frentes se tocaron, y nuestros pies uno sobre el otro.  Estaba incómodamente cerca de mí, con un cuerpo y rostro idéntico al mío. Sus ojos azules eran vívidos y brillantes, incluso a través de todo el humo. 

“Pobre cosa,” dijo ella. “Pero no te odio. He estado viendo… todo. Definitivamente eres interesante.”

Bruscamente, empujé sus hombros, pero ella me agarró de la cintura, previniendo mi escape. 

“Pero no puedes ser como yo,”  dijo ella. 

“No estoy intentando serlo,” respondí. Tratando de evadir su mirada, luché por quitarme sus brazos de mi alrededor. 

“¿Sabes por qué?”

“¡No quiero ser como tú!”, grité de nuevo. 

Acercó sus labios a mi oreja. “Tú eres yo,” susurró. “Yo te hice.”

“¡Mentirosa!”

Golpeé sus brazos repetidamente para tratar de soltarme. Vamos. Déjame ir. 

“¿Crees que es un sueño?” Sorprendida por su propia pregunta, sus hombros se sacudieron con risas. “Tú incluso hiciste este lindo concepto de ‘el dios’”

“¡Mentirosa!”, grité de nuevo, empujándola con todas mis fuerzas. Ella finalmente me liberó y dio un paso atrás, entonces llevó el cigarrillo de nuevo a sus labios. Todo sobre ella era terrible –desde la forma en que sus mejillas se hundían mientras daba una calada, hasta el humo que ondeaba fuera de su nariz y boca. 

Quería despertar. Golpeé mi propia cabeza. Despierta, Rápido, despierta. 

“Estás delirando,” dijo ella. “Enfréntalo– estás enferma.”

“No…”

“¿Por qué no?”

La princesa volvió a sonreírme. “Piénsalo –no tienes vida pasada porque de hecho vienes de mí. Es por eso que inventaste todas esas historias, diciendo que perdiste la memoria, y que los dioses cometieron un error.”

“¡Eso no es cierto!”

“Probablemente, querías hacerte cargo de este cuerpo. Es por eso que inventaste a todos esos hombres que te aman. Tú, no yo. ¿Querías salvar el mundo? Qué linda. ¿Cómo pudo salir alguien tan linda de mí?”

Necesitaba despertar porque esto era un sueño. No, necesitaba salir de esta pesadilla. 

Ella caminó hacia mí mientras yo jadeaba de miedo y me dio una palmadita en el hombro, sus movimientos eran calmados y elegantes. 

Caí En Un Juego De Harem InversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora