Capitulo 19 parte 5

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“Esperaba que los carruajes imperiales fueran un poco diferentes…” gruñó Ebony frente a mi, mientras el carruaje traqueteaba a lo largo del camino de grava por lo que parecían ser años. 

“Deberías asegurarte de ajustar el tono antes de llegar,” dije. 

“Oh, no te preocupes. Lo ajustaré dependiendo de con quién esté hablando,” respondió Ebony, viéndome desdeñosamente. Aparentemente, ella pensaba en mí como alguien completamente manipulable. No estaba de ánimos para reírme de eso asi que en su lugar observé fuera de la ventana con la barbilla descansando en mi mano. 

Ofendida porque la ignoré, Ebony trató de provocarme de nuevo. “¿Asi que quieres matar a la futura tú? Eso es estúpido. ¿Por qué no mueres ahora mismo?”

“Porque no quiero.”

“¿Qué?”

“Al menos no por ahora.”

Cerré los ojos cansadamente y traté de dormir mientras el carruaje corría sin detenerse a través de la noche sofocante. Ebony no dijo nada más por un tiempo, pero entonces pareció aburrirse porque empezó a quejarse del estrecho carruaje con Essen. Eventualmente, se quedó dormida antes que yo, roncando ruidosamente mientras su cabeza cayó en el hombro de Essen. 

El sol estaba en el alto cielo azul para el momento en que finalmente llegamos al palacio. 

“¿Dónde me quedaré?” preguntó Ebony mientras se estiraba. 

“Serás una invitada en mi palacio por el momento –y ni siquiera piensas en vagar por los alrededores.”

Era obvio que ella no me escucharía, asi que hice el esfuerzo de advertirle una vez más. 

“Es mejor si eres cuidadosa hasta que estés oficialmente calificada para quedarte en mi palacio. Si eres asesinada, todos estos planes serán para nada. Mantén eso en mente.”

“Hmph”

Llamé a Daisy y pedí que escoltara a Ebony a su cuarto. Finalmente, me di la vuelta, masajeando mis sienes palpitantes. 

Nadrika estaba parado a la distancia, esperándome. Sonreí ligeramente y abrí mis brazos ampliamente. Ven aquí. 

Él parecía renuente y no se movió, a pesar de que claramente estaba esperándome. Podía entender que podía sentir miedo de mi y que probablemente podría incluso odiarme ahora. Pero incluso si él estuviera alerta y sospechoso de mí, él no tenía opción, porque yo lo necesitaba. Asi que…

“Ven aquí,” ordené.

Los pies de Nadrika repentinamente se levantaron del suelo por voluntad propia y pude ver sus ojos abriéndose con sorpresa mientras él tropezaba conmigo, casi cayendo sobre mi. Los sostuve de forma segura en mis hombros y murmuré, “Aquí estamos.”

“¿Su alteza…?”

Era el poder que había recibido a cambio de mi muerte. La anciana lo había llamado ‘gravedad’ –él poder de atraer a quien yo quisiera.

Ella me había dicho que la constitución de mi cuerpo era totalmente opuesta a la de un mago, asi que aunque lo recibiera, el poder sería lamentablemente débil en comparación. Pero esto era suficiente para mi. Nadrika se enderezó y me observó fijamente, sus dudas de hace un momento ahora se habían ido. Le sonreí ampliamente y decidí que había escogido un buen poder. 

“Estoy en casa,” dije. 

Apoyándome en su pecho, empecé a sentirme más liviana. Arreglé todo lo que pude por adelantado, ahora todo lo que quedaba por hacer era sentarme y mirar la obra. No sabía los tres nombres escritos en el papel, lo que significaba que la princesa no sería capaz de saberlos, por lo que tampoco sería capaz de regresar y lastimar a nadie. 

Caí En Un Juego De Harem InversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora