La sensación de salir de la pared era extraña cada vez que la experimentaba. Fruncí el ceño y encogí los hombros por la falta de costumbre, pero me había parecido ver a alguien por el rabillo del ojo.
Afortunadamente, la persona que estaba apoyada contra la pared era Seager.
Viendo que no estaba sorprendido, debe haber pensado que utilice algún tipo de magia para salir de la pared.
"¿Me estabas esperando?"
Le pregunté en broma, pero hoy no parecía estar de humor para juegos. Extendió una mano hacia mí con una expresión seria.
“Tómala, incluso si piensas que es molesto. Hay más personas hoy en los alrededores".
Obedientemente agarré su mano. Enredó sus dedos en los míos.
“También lo escuché desde la torre. El sonido de los fuegos artificiales. Parece que el festival está en pleno apogeo ".
"Sip."
"Es gracioso. Nunca esperé que aquí hubieran fuegos artificiales".
En ese momento, una larga línea de fuego se dibujó sobre nuestras cabezas y explotó en un gran destello de luz.
"¿Aquí? No son comunes excepto en nuestro país".
"¿De verdad?"
"Sí, porque está hecho con magia".
"Oh."
Lo seguí hasta la calle principal solo para darme cuenta que ya no podía ver la calle. La gente se arremolinaba, y era ruidoso. Escuchaba gritos, risas, el sonido de mercaderes vendiendo sus productos, el sonido de aceite hirviendo en los puestos de comida, aplausos, el llanto de un niño…
En ese momento, algo como la luz de las luciérnagas flotó sobre nuestras cabezas. La observé, concentrada cuando de repente destelló en un parpadeo y desapareció sin sonido. En su lugar, un gran dragón apareció y comenzó a mecerse en el cielo, e incluso eso desapareció un momento después.
"Wow, es impresionante."
Mientras estaba aturdida debido a las luces y cosas ruidosas, Seager me llevó de lugar en lugar sin una palabra. Había personas bailando un show improvisado, se podía ver sus alientos por el frío, y otros estaban comiendo sobre las escaleras.
Mis ojos se enfocaron en las filas de puestos. Había muchas máscaras de colores brillantes. Me había dado cuenta que toda la gente usaba máscaras una vez que alcanzamos el centro del festival. Esto lo explicaba.
Además de las máscaras, algunas personas utilizaban diademas con cuernos o alas y se habían pintado de rojo las mejillas. Saltaba de sorpresa cada vez que chocaba con uno, pero Seager no reaccionó, parecía acostumbrado a ello.
De acuerdo a Seager, la gente adoraba al dragón rojo como una criatura divina ya que había escogido esta tierra y a la línea de sangre de la familia imperial en el mito fundador. Por la misma razón, consideraban el color rojo como sagrado.
"Dame algo de dinero".
"Lo compraré para ti. Solo dime lo que quieres."
"¡Dinero!"
Seager chasqueó la lengua y sacó algunas monedas de plata de su bolsillo.
"¿Que vas a comprar?"
“Compraré una máscara. ¿Quieres una también?
"Te das cuenta que ese es mi dinero".
"¿No es del salario que te pago?"
