Capitulo 16 parte 5

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Estaba caminando cuando alguien, de repente, sostuvo un ramo de rosas frente a mi. Fue forzado a retroceder por Essen después de un momento.

"Esa fue una reacción un poco lenta" remarqué.

"Él no planteaba ninguna amenaza" replicó Essen, retirando la mano del pecho del hombre. No era otro más que el Príncipe heredero, que ahora me sonreía tímidamente, a pesar de su gran gesto. ¿Cuál era su nombre...?

"Kairos Arielle Rothschild. Es mi nombre" dijo. "No pude presentarme apropiadamente la última vez."

"¿Ah si?"

El príncipe sonrió brillantemente, y sostuvo las flores frente a mi de nuevo. Observando los pequeños pétalos amarillos, recordé que la primavera ya estaba próxima.

"Por favor, no dejes mi mano esperando, su alteza" dijo Kairos de forma encantadora mientras empujaba el ramo aun más cerca de mi. Lentamente, saqué una de las flores del puñado.

"No puedes ir recogiendo flores del jardín imperial, príncipe Kairos" dije.

"Oh, mis disculpas por el error. Tendré cuidado la próxima vez. Pero... ¿aceptarías estas por ahora?"

Le di una buena mirada al Príncipe heredero por primera vez. Incluso de pie en la luz del sol, su belleza era radiante. Su encantadora sonrisa - con la que estoy segura debe haber actuado miles de veces- junto con sus rasgos aristócratas y agraciados movimientos, estaba todo plasmado para presentar la más hermosa imagen desde cualquier ángulo.

Escondí una de las flores detrás de su oreja. "Se ve bien en ti, príncipe."

"..."

"Especialmente amarilla"

"..."

"Creo que las flores deben quedarse con quien las tomó. Ordenaré que un jarrón sea puesto en tu ventana" dije.

Mientras estaba de pie ahí, sin palabras ante mi respuesta, lentamente empecé a alejarme, esperando que él no me siguiera.

"¡Espera!"

Bueno, espere demasiado. Silenciosamente chasqueé la lengua. "¿Qué sucede?" dije, dándome la vuelta.

El príncipe heredero estaba viéndome con una expresión peculiar. "¿No te acuerdas?"

"¿Recordar qué?"

"Estas flores. O a mí."

Después de una pausa, dije, "Te recordaré a partir de ahora. Con eso, espero que puedas perdonarme."

A mis palabras, sus labios se curvaron en una sonrisa gentil. Era una sonrisa que hubiese hecho que alguien más, se desmayara en el lugar. Sutil y astuta, y aun asi lo suficientemente brillante para hacer que uno se maree -era ese tipo de sonrisa.

"..."

No que yo me sintiera de esa forma, por supuesto. Era solo una posible reacción ante tal sonrisa.

"¡Su alteza!", un hombre corría hacia nosotros desde lejos. Kairos se sacudió en genuino disgusto y se acercó más a mí.

"Entonces qué tal una taza de té-" empezó.

"¡Su-al-te-za!", bramó el hombre a todo pulmón, puntuando cada sílaba. Kairos dejó de hablar, viéndose abatido.

"¿Quién eres?", pregunté al hombre una vez que se detuvo a nuestro lado.

"Perdo... neme... su alteza" él jadeó. "Soy el asistente de su alteza el Príncipe Kairos"

"¿Hay una emergencia de algún tipo? Tus acciones parecen urgentes"

Caí En Un Juego De Harem InversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora