Seager pensó en ese día por un momento en su camino del trabajo a casa. No había podido ver a la princesa salir de la torre porque estaba patrullando. Aunque creyó que era más porque no quería hacerlo.
Pensó que sería menos problemático si no corría hacia ella durante un tiempo, pero no había esperado que hoy correría hacia ella, así de la nada.
Casi un día y medio había pasado desde que se separaron. Por lo grandiosa que fue su despedida, su reunión había sido incómoda y llena de incertidumbre.
¿Se había enterado esa mujer que ahora él sería su escolta? ¿Qué expresión habrá hecho?
"Ya sabes, pareces mi guarda espaldas ahora".
Cuando se enteró de que Eclot Pacis lo tenía en mente para ser la escolta de la princesa, la primera cosa que vino a su cabeza fue la voz de esa mujer.
Ella lo dijo alegre, como si supiera que esto pasaría.
¿Qué tipo de expresión haría si realmente se convertía en su escolta? ¿Estaría feliz? Incluso cuando Leo lo obligaba a dejar la materia, Seager no podía pensar en otra cosa.
No sabía que sería capaz de satisfacer su curiosidad de esta forma.
"Ah, ¿mi escolta?"
Había estado tan tranquila cuando le dio su despedida. ¿Cuál era el asunto con su voz cada vez más alta cuando pensó que él sería su guardaespaldas?
Era una mujer muy coherente. Cuando pensabas que se veía astuta, era honesta, y justo cuando pensabas que era honesta, ella era indescifrable.
"..."
No había sido capaz de parar de pensar en fumar estos últimos días, incluso a pesar de que lo había dejado hace mucho, pero era demasiado que soportar ahora. Tocaba los bolsillos y el frente de su pantalón incluso sabiendo que no tenía ninguno.
Y entonces de nuevo no podía entender.
La mujer era como un acertijo.
Porque era tan diferente de la mujer que solía conocer. Pensaba que no le sorprendería si ella de repente se convirtiera en otra persona sin avisar. Pero él esperaba que no lo hiciera.
"Para tí. ?Aún me veo… como la princesa?"
¿Qué había querido decir con eso?
Por un lado, pensó en eso como el desliz de una lengua ebria, pero no estaba seguro por qué era tan difícil para él olvidar esas palabras.
***
Caminaba por el pasillo cuando vi a alguien esperándome adelante. Estaba siendo tan obvio al respecto que quise regresar por donde vine, pero… no quería hacer eso y que mis piernas terminaran doliendo por algo así.
"Su alteza, la princesa. Es una noche hermosa".
Él se dirigió a mí mientras yo me debatía sobre qué hacer asi que no tuve tiempo de reaccionar. Kairos, el principe heredero había estado sentado de un forma encorvada en el alfeizar de la ventana, se acercó a mi aunque no le respondí.
" De verdad eres cegadoramente hermosa. Tu entrada el día de ayer fue realmente memorable".
"..."
"Pero además de eso, ¿nos hemos visto en otro-"
"Te lo dije".
" Sí, por favor continúa"
"Que esperes".
"¿Perdón?"
Y con eso, le pasé por el lado. Obtuve un informe sobre cómo la delegación del Imperio Rothschild se había comportado en este país. Él tendría que esperar, hasta que yo dijera que estaba bien.
