La prisión del emperador

Si he de caer, lo hare saltando

-Así que, ahora lo sabes ¿que harás Sabina? ¿Seguirás rechazando tu destino? ¿O al fin lo aceptaras?

La voz de Tamed retumbo dentro de ella.

¿Aceptar su destino? ¿Tendría el valor?

-No se que debo hacer - fue casi una suplica a Bredan, después de todo, él siempre sabía que hacer.

-Es tu decisión Sabina.

-Pero esa profecía... se equivoca, no hay magia en mi Bredan.

-Sabina...

-No la hay... yo lo sabría. Tú lo sabrías. La magia... Es la causa de la muerte de mis padres... mis verdaderos padres... quienes me criaron... los Qudo que me amaron como a su hija cuando... cuando yo... no tengo...

Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

-Sabina... aquel día... cuando... cuando tu madre fue quemada en la hoguera...

Sabina dejo escapar un sollozo al recordarlo... El olor a carne quemada se le atasco en la nariz y garganta como aquel día.

-¡Ellos la quemaron... cuando ella no era culpable de nada!

-Sabina... ella trataba de protegerte.

La Qudo miro a Bredan, el hombre era enorme, musculoso a pesar de su edad, siempre se sintió pequeña junto a él pero esta vez se sintió diminuta.

-¿De que hablas?

-Sabina... aquel día... tu eras muy pequeña...y tu magia... no sabias controlarla. Unos pueblerinos te vieron hacer algo... no se que... y fueron por ti. Pero tu madre, ella les dijo que había sido ella... que te dejaran ir.

Gritos comenzaron a llegar a la mente confusa de Sabina, recuerdos que habia enterrado en el fondo de su mente.

-Las tomaron a ambas. Te habrían matado también de no ser por tu padre. Te salvo pero... él no logro...

"Cuídala... iré por Mery" la voz de su padre retumbo en la cabeza de Sabina... El olor a carne quemada casi la ahogo.

-Fue culpa mía...

-No, fue culpa de las personas que la llevaron a rastras a esa hoguera. No lo ves Sabina, es por eso que tienes que luchar. Para que eso jamás vuelva a pasar - soltó Tamed - para que nadie vuelva a morir solo por tener magia en su sangre. Lo que  le ocurrió a tus padres le ha ocurrido a cientos de personas. Cada vez que un niño nace con magia es asesinado. Los dragones, cada criatura mágica es masacrada solo por ser mágica. Debemos pararlo. Tú puedes pararlo.

-Yo no...

-¡Tú puedes! No se como pero se que tú lo harás. Yo estaré contigo.

Sabina miro a Bredan quien tomo su mano.

-Será como tú quieras Sabina.

-Mi padre me enseñó... que si he de caer, lo haré saltando. Lo haré...