NATE

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Estaba soñando, era un sueño cálido, más que un sueño era un recuerdo del pasado. Mihael tenía una bicicleta roja con un manubrio color plata, era más alta que la mía, la cual era azul pero en esos momentos yo no la usaba, podía andar en ella pero me ganaba el miedo de caerme y mejor me bajaba en un minuto o dos, sin embargo Mihael poco o nada le importaba caerse, era el quien le sacaba gritos de preocupación a nuestros padres cuando regresaba lleno de raspones y moretones por sus "múltiples aventuras" en el patio, una de las más graves fue cuando escalo un árbol que nuestro padre Elle le dijo que no hiciese porque no sabría cómo bajarse y dicho y hecho eso paso, Mihael escalo alto, casi llego a la cumbre, el árbol media a lo mucho cuatro metros de alto, yo lo observaba desde el suelo con un conejo de peluche azul en las manos, era un día cálido de verano, vestía de blanco y Mihael un overol azul oscuro, entonces escuche que me gritaba.

- ¡Nate! ¡ve por una escalera! - me gritaba desde la cumbre, se esforzaba por no resbalar y caer.

- no tenemos escaleras tan altas Maica- le recordé sin prestarle demasiada atención, me entretenía mirando el conejo azul moviéndolo de un lado a otro.

-ya te dije que no me llames así- dijo poniendo un pie por debajo intentando bajar- ¡ayúdame a bajar!,¡ que nuestros padres se van a dar cuenta...

- ¿de que te subiste al árbol que expresamente te dijeron que no escalaras?- dije mirándolo bajar dificultosamente- ¿y si?, ¿mejor los llamo para que te bajen?- agregue mientras estaba a punto de correr hacia la casa.

- no,no,no- dijo intentando detenerme, al hacerlo levanto una mano del árbol, perdió el equilibrio y cayó.

Cayo desde un metro y medio de altura directamente hacia la tierra del patio, enterrando la cabeza en la tierra levantando bastante polvo a su alrededor. Corrí hacia el para ver cómo estaba. Me arrodille a su lado, pero antes de que pudiera tocarlo, levanto el brazo con un pulgar arriba.

-estoy bien- dijo aun con la cabeza en la tierra.

- mis padres te van a matar- le recordé más calmado

-no creo- dijo mientras se sentaba en el suelo y se limpiaba el rostro lleno de tierra- se lo que pasara, nuestro padre Yuri le dará un ataque cardiaco cuando me vea y nuestro padre Elle solo se reirá, eso es lo que pasara- siguió batiéndose la tierra en el rostro- bien entremos, pero tú no les digas lo que paso.

Asentí, nos levantamos, Mihael intento limpiarse lo mejor que pudo la ropa pero era inútil tenia tierra por todos lados, yo solo lo seguí, antes de abrir la puerta me miro.

- ¿Qué tal me veo? - pregunto haciéndose el gracioso, solía preguntarme eso después de hacer una tontería algo riesgosa, antes de entrar a casa y ser abrazado por nuestro padre buscándole cualquier herida "mortal".

- como un imbécil- dije mientras me reía por su ridículo aspecto.

Me desperté porque había sentido que alguien me acariciaba la cabeza, abrí un poco los ojos aun adormilado, recordé donde estaba, estaba en el edifico de la SPK en el área enfermería y medicina, el lugar era todo blanco, con ventanas amplias con luces led igualmente blancas, los sonidos de los aparatos sonaban constantemente, me había quedado dormido en una silla recostando mi cabeza en la cama de Mihael, quien hacia una semana estaba inconsciente, gire la cabeza hacia quien me acariciaba el cabello, cuando lo mire una cortina blanca me cayó en los ojos, tuve que apartar mi cabello para verle, Mihael estaba despierto.

-Hola Nate, ¿Qué tal me veo? – sonrió burlón con algo de esfuerzo.

Le sonreí, aunque realmente se me llenaban los ojos de lágrimas- como un imbécil- le conteste mientras escondía mi cabeza entre mis brazos para continuar llorando- como un completo imbécil, no vueltas a hacer eso- dije apenas audible.

¿ y si?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora