Ese día había soñado algo muy hermoso, había soñado con nuestra boda, no había querido salir de las sabanas, solo quería seguir soñando con ese hermoso día, recuerdo que durante meses estuvimos planeándolo todo, solo llevábamos un año desde que te me habías presentado en ese café comiendo pasteles y evitando mi mirada, en poco tiempo me propusiste matrimonio, ambos conocíamos la probabilidad de encontrar a alguien como nosotros, era mínima, y sin embargo, allí estábamos, casándonos, éramos tan jóvenes, yo tenia solamente veintitrés años y tu veinticinco, sin embargo ninguno de los invitados nos cuestiono, de todos modos no eran muchos, por nuestras profesiones lo mantuvimos bastante secreto, casarnos en una iglesia, aun la considero una idea ridícula, pero fue divertido, lo hicimos para divertirnos, solo yo era un tanto creyente pero tu no, claro, pero fue divertido ver el rostro del pastor, tuve que contener mi risa durante toda la ceremonia, mientras tu me mirabas con complicidad, recuerdo que yo iba de traje blanco, que original de mi parte después de todo siempre voy de blanco, pero si recuerdo tu expresión cuando entre, podía ver tu felicidad, irradiabas alegría, y yo igual, tu vestías negro, como se acostumbra, resaltaba tu cabello, que siempre compare con un cuervo, igual de rebelde, pero me encantaba, todo de ti me hacia tan feliz, recuerdo como el sol entraba por el vitral y nos iluminaba como un arcoíris, recuerdo a los únicos once invitados de honor, Watari era uno de ellos, y fue quien nos entrego los anillos, el mío tenia un diamante negro y el tuyo una hermosa esmeralda, fue un detalle muy romántico, recuerdo ser el hombre mas feliz de la tierra, siempre había querido tener algo así, a alguien que me amara y que fuese correspondido, a alguien como tu, y lo tuve.
Desperté al final, después de todo no podía vivir en un sueño para siempre, aunque a veces lo deseara, me incorpore en la cama y me puse a pensar sobre aquel día, recordaba a los invitados, los diez restantes eran los detectives mas famosos, todos eran conocidos tuyos y con el tiempo nuestros, le había mentido a Light con respecto a no conocerlos, claro que los conocía, todos nos conocíamos, dos de ellas eran muy importantes para nosotros, se llaman Sanda Albescu y Jadwiga Jeska, mejor conocidas como S y J, eran las madres biológicas de Nate y Mihael, eran dos amigas de paises vecinos de Rumania y Polonia, ambas competían por el puesto numero tres desde hacia mucho, sin embargo eran como hermanas, hacían todo juntas, si bien Elle ostentaba el primer puesto y hasta el tercero de los detectives, en realidad en nuestro circulo el solo contaba con el numero uno, el segundo era yo, después venia Sanda Albescu y en cuarto lugar Jadwiga Jeska, nos habían echo un gran honor en aceptar nuestra propuesta durante una cena meses después de casarnos, a ambas les parecía un "experimento interesante", interesante en ver que tipo de hijos tendríamos combinando tales dones deductivos, al final el tiempo les dio la razón.
Otra cosa que me vino a la mente fueron los anillos, debido al caso, Elle y yo los habíamos dejado en casa, ¿me pregunto donde estarán ahora?.
Me levante de la cama aun pensando en el pasado, pero no podía quedarme allí, después de todo aun no terminaba el caso, hoy cumplía un años desde que regrese a Japón, abrí las cortinas de mi habitación, volvía a hacer bastante frio, el vidrio se empañaba con mi respiración, pero para mis sorpresa no había nevado aun, mas bien parecía que iba a llover mas tarde, aun no lograba dar con ninguna prueba física que incriminara a Light y eso me habia cansado, era cansado el proceso de justicia, además para allanar una casa, tienes que tener un permiso especial y pruebas contundentes, yo no tenia ninguna de las dos.
Suspire cansado, así que decidí llamar a mis hijos, aun tenia que preguntarles si habían visto nuestros anillos de boda, mas les valía no haberlos encontrado y al final perdido, podían ser unos genios pero incluso a ellos se les solían perder las cosas, después de una hora de conversar con ellos al final me dijeron que si sabían donde estaban guardados pues estando aburridos asi que se pusieron a explorar la casa y sus curiosidades, pero de milagro no los habían perdido, también me hablaron de sus clases, parecía irles de maravilla, Matt se quedaba muy a menudo en casa, se llevaba muy bien con los dos, aunque era el amigo de Mihael, Nate siempre había sido mas solitario, se parecía a su padre en eso, al igual que en sus ojos, pero el cabello lo había sacado de Sanda quien es albina, mientras que Mihael era como una pequeña copia mía, sin embargo el cabello lo tenia un tanto mas oscuro por Jadwiga quien es rubia oscura, aun así eran perfectos, mis pequeños niños. Después de un rato colgamos.
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¿ y si?
RomanceSi bien la historia se basa en la serie y en los personajes de Death Note, en esta ocasión se explorara la historia, de que hubiese sucedido si L estuviera casado y decidiera llamar a su esposo a la investigación de Kira. Mas que nada espero generar...