Cap. 7: Entrenamiento Infernal.

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Los verdes prados de R-52A, un lugar pacífico donde la vida prospera sin ningún tipo de inconveniente. La brisa galopa con su suave tacto sobre el césped, que se deja llevar al ser acariciado tan delicadamente formando olas que van como la fluidez del agua. También conocido como Yalahob, aquella dimensión llena de tanta paz y belleza, encontrada en lo más simple, ofrecía un refugio acogedor y sin peligros de ningún tipo; desafortunadamente no todos se sentían tan de acuerdo con aquella paz, habían algunos que se encontraban más cómodos con el peligro; de hecho, justamente en ese momento habían tres personas en aquellos prados que pensaban así.

Cinco personas se encontraban en R-52A, un chico joven, Marco Díaz; su hija Alice Díaz, y sus tres amigas, Comet Lucitor, Meteora Butterfly y Felicia Ghus. El señor Díaz, que de hecho no parecía tan viejo como se supone debía ser, se encontraba risueño con sus brazos cruzados, observando a sus cuatro aprendices, tres de ellas lo miraban con un poco de duda, pues a pesar de que sabían quién era realmente, su apariencia dejaba mucho que desear, haciendo que fuera complicado tomarlo en serio. La única que lo realmente conocía muy bien al chico era su propia hija, Alice se mantenía seria, expectante ante las acciones que tomaría su padre, algo que le inquietaba pues se encontraba en un sitio bastante tranquilo para su gusto. De la misma manera se encontraban Meteora y Felicia, sus personalidades algo más explosivas le hacían sentir cierta incomodidad con tanta paz, por otra parte Comet se sentía más tranquila, especialmente después que su madre fuera convencida y aprobara lo que estaba a punto de hacer.

-“¡Bien! Ahora que todo parece estar en orden podemos comenzar, les aviso que no se los pondré fácil a ninguna.”

-“¿Puedo hacer una pregunta?”

-“Adelante señorita Meteora.”

-“¿Realmente eres un miembro de la Alta Comisión Mágica?”

-“¡Meteora!”

-“Ya sé, ya sé Comet. Sé que es lo que me dijo mamá, Alice también nos lo ha dicho. Pero es que sigo sin poder creerlo del todo, quiero decir… No se ve muy fuerte, esto… ¿señor tal vez?”

-“Concuerdo con Butterfly. Tal vez ellas ya supieran algo antes, pero en mi caso esta es mi primera impresión… Siendo sincera, y por lo que estudiábamos en clases, pensé que sería algo así como un gran guerrero o un mago muy poderoso.”

Alice se pone nerviosa de repente debido a los comentarios de sus amigas, conocía muy bien a su padre; retrocedió un par de pasos llevando consigo de la mano a Comet. La princesa del inframundo miraba confundida a su amiga al igual que las otras dos chicas que no parecían entender que hacía. Las dos chicas confundidas, al regresar la mirada hacia el chico, notaron que este no estaba. ¿Había desaparecido?

-“¿Qué? ¿Dónde está el señor…?”

-“Tal vez, ustedes dos no deberían juzgar un libro por su portada… Tal vez sea la primera lección que les enseñe.”

Las dos chicas se sorprendieron, volteando sus cabezas hacia un lado, allí estaba, justo detrás de ellas y con una mano en sus hombros; el contacto hizo que ambas sintieran una enorme presión en sus cuerpos, para ellas el mundo se había oscurecido a su alrededor, sus piernas hubieran cedido si no fuera porque justamente aquel delicado y suave contacto las sostenía fácilmente en pie; sus instintos más primarios gritaban peligro, definitivamente aquel chico era bastante poderoso. Ni siquiera habían notado cuando las tocó, no fue hasta que le vieron nuevamente. Además aquellas palabras, la sonrisa inocente pero burlona en su rostro, incluso Felicia quien ya creía estar acostumbrada al peligro sintió esos escalofríos inundando cada extremidad y parte de su cuerpo, el cabello que rodeaba su cuerpo se erizó y sus manos temblaban. La punta de la cola de Meteora se levantó, completamente erguida, sus dientes tiritaron un poco como si se encontrara en medio de un campo nevado.

Alice vs las Fuerzas del CosmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora