¿Qué decisión tomarías si tuvieras las puertas abiertas a todas las opciones disponibles? Sin lugar a dudas no sabrías que camino elegir, el cómo sostener las riendas de tu vida. Esta es la historia y vida de Alice Díaz, hija de dos de los individuo...
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La Neverzone, un lugar plagado de peligros indescriptibles para un individuo ordinario, también conocido como Dimensión X-103, es un lugar hostil donde solo los más fuertes pueden sobrevivir; por supuesto, existen lugares muchos más mortíferos, como la Dimensión Z-410 que se caracteriza por sus páramos y sobre todo por las criaturas conocidas como Zacracoz. Sin embargo es sabido que X-103 es especial, su flujo temporal es inusual, fue una vez el hogar de aquella que conocen como Forjadora de Tijeras Dimensionales, miembro de la Alta comisión Mágica, la sociedad que rige y protege a la magia en el universo; los pantanos y desiertos son trampas mortales que los propios residentes de aquel sitio evitan a toda costa; el Bosque de la Aflicción es de hecho un lugar que a pesar de haber cambiado tanto con las generaciones, sigue manteniendo el peligro que siempre le caracterizó. Sin embargo no es posible hablar de la Neverzone sin mencionar a su fauna, criaturas cambiantes que surgen y se extinguen entre generaciones con el paso de las eras, es por mucho uno de los sitios que más variedad animal presenta y su mundo en sí mismo está plagado de todo tipo de aberraciones.
¿Pero por qué es importante la Neverzone? A pesar de todo sigue siendo solo una dimensión más en el universo, una de las infinitas que existen. Su importancia radica no en lo que alguna vez fue o es, se encuentra en lo que estaba por llevarse a cabo en ella en ese preciso instante de tiempo en el universo. El testigo de todo sería un páramo enorme, seco pero sin llegar a considerarse un desierto, todavía hay presencia de flora aunque pueden notarse algunos árboles medio seco, casi muertos, el suelo se encuentra algo agrietado y pueden apreciarse pequeños charcos espacios aleatoriamente; el aire curiosamente se sentía húmedo, tal vez el lugar no se encontrara muy lejos de la costa marina pues rocas de gran tamaño que sobresalían del suelo se encontraban manchadas de blanco, una rápida probada era suficiente para determinar un característico sabor salado, probablemente traído por el propio viento salado que empapaba casi constantemente el lugar con su abrazo. Las nubes se arremolinaban alrededor de aquel páramo de considerable extensión, era imposible determinar su magnitud solo con la vista pero el cielo amenazaba con formar tifón arremolinado mientras las nubes de tormentas se juntaban y crecían. ¿Acaso se acercaban las lluvias? Tres mujeres se encontraban reunidas en aquel lugar, parecían esperar por algo mientras sus miradas se clavaban en la lejanía de aquel páramo, como si ellas mismas fueran capaces de ver más allá.
La más alta de esas tres mujeres se encontraba sentada sobre una piedra de considerable tamaño, tenía una complexión delgada, tal vez demasiado para su estatura aunque al mismo tiempo mantenía un equilibrio casi perfecto entre sus proporciones. Su piel era sumamente blanquecina combinada con tonos morados oscuros; su cabello morado era corto, rapado de su lado izquierdo mientras un flequillo largo ocultaba un parche negro que a su vez cubría su ojo derecho; sobre su cabeza portaba una tiara dorada entre dos puntiagudos cuernos negros que asomaban entre su cabello. Poseía una larga cola que rozaba el suelo y debía mantenerla levemente levantada para que esto no le sucediera, su punta estaba cubierta por una armadura dorada con un diseño gótico victoriano con forma de agujón, mientras que la propia cola parecía estar cubierta por placas de armadura que parecían ofrecerle a pesar de su apariencia una movilidad y comodidad excelentes. Aquella mujer vestía con una armadura ligera de un cuero dorado y brillante que parecía metal, de la misma manera portaba grebas de un material similar; dejaba al descubierto brazos y piernas, sin embargo en su mano derecha portaba un guantelete dorado que cubría casi todo su brazo, dicho objeto poseía un diseño similar a una serpiente en donde la palma de su mano tomaba la forma de una boca y sobre los nudillos habían dos protuberancias que parecían ser los ojos de la serpiente. Sin embargo dicho objeto distaba de ser solo un accesorio bonito que combinara con el resto de artículos dorados que adornaban el cuerpo de la joven, aquel guantelete se trataba ni más ni menos que de la varita mágica real, una reliquia muy poderosa que ha pasado de generación en generación en la familia Butterfly. ¿Por qué esa mujer entonces tendría una reliquia tan poderosa en su control? Pues aquella dama era ni más ni menos que Meteora Butterfly, hija de Eclipsa Butterfly quien fue conocida como la Reina de la Oscuridad debido a su afinidad con la magia oscura.