Cap. 18: Aventura en Dimensión Compras.

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El palacio real de Mewni, erguido orgullosamente en el centro de la ciudad, ha sido testigo de cientos de generaciones, ha visto crecer a centenares de reyes y reinas procedentes de la familia Butterfly. Magnífico a la vista que debes levantar para poder contemplar todo su esplendor, hermosa estructura que reluce bajo la luz de la luna. Sus torres parece que anhelan tocar los cielos, y es en una de esas altas torres donde la reina se prepara para ir a dormir como cada día. Eclipsa Butterfly, antaño conocida como la Reina de la Oscuridad aunque muchos aun la siguen llamando de esa forma, una mujer que parece conservarse bien para sus más de trescientos años de edad, una madre responsable y una líder nata para su pueblo; en su recámara se encontraba sentada frente a un aparador, vestía una bata morada que cubría su cuerpo y una pequeña malla semitransparente que mantenía controlado su verde y esponjoso cabello. La dama se observaba en un espejo mientras retiraba el maquillaje de su rostro revelando que su piel era bastante pálida, dormir con maquillaje definitivamente no era muy agradable, retiró aquellos largos guantes que siempre tenía en sus manos, revelando el horror que estas prendas ocultaban de la vista de todos; la corrupción de la oscuridad había consumido sus manos, estas eran totalmente negras e incluso podían verse resaltadas sus venas de un intenso color morado; aunque a pesar de esto la dama no parecía presentar dificultades para usar sus manos en esas condiciones.

Repentinamente, las tenues velas que iluminaban aquella habitación se apagan con una fresca brisa, posiblemente procedente de la puerta que daba al balcón. Sin embargo la oscuridad no parece molestar a la dama en su labor, sin siquiera apartar la mirada de su espejo continúa sus preparativos para ir a dormir.

-"... No es necesario que intentes esconderte para sorprenderme, creo que esta vez fuiste un poco descuidado, fue relativamente sencillo darme cuenta sabes."

-"Si, lo sé. No esperé que se apagaran las luces de tu habitación, afuera hacía un poco de viento, no lo tuve en cuenta."

La dama puede ver entonces en el reflejo de su espejo una silueta fácilmente reconocible entre las sombras de su habitación. Inevitablemente no puede dejar escapar una traviesa sonrisa, pensaba que podría al menos divertirse un poco y aprovechar la situación.

-"Sabes, no es muy adecuado que un caballero entre de esa forma en la habitación de una dama, mucho menos en la habitación de una reina. ¿Acaso piensas hacerme cosas malvadas? Jeje."

-"Muy graciosa majestad, aquí la única malvada es usted. Sabe que no soy de esos."

La dama quiso molestar un poco más y para ello infló un poco sus cachetes fingiendo un falso enojo que inevitablemente sacó una pequeña sonrisa que se podía ver en la silueta de aquel peculiar invasor o invitado.

-"Que malo eres. ¿Ni siquiera un poquito? Prometo portarme bien y no gritar."

-"Ja, vale, está bien. Solo un poco."

-"¡¿En serio?!"

Aquello tomó por sorpresa a la reina, esta se volteó inmediatamente encarando a la otra persona allí presente, entonces recibió un pequeño golpe en su frente, no fue para nada fuerte pero si lo suficiente como para provocar una pequeña molestia y una graciosa reacción por parte de la reina.

-"Por supuesto que no tonta. Sabes que ya tengo a Hekapoo."

-"Auch... ¿Qué formas son esas de tratar a tu reina Marco? Y luego dicen que yo soy la malvada."

-"Pues lo siento, mi reina, solo pensé que su comportamiento era bastante indebido, para una reina."

-"Vale, me has pillado, lo admito, pero no te saldrás con la tuya para la próxima."

-"Lo tendré en cuenta."

-"Bien... ¿Lo trajiste?"

-"Por supuesto."

Alice vs las Fuerzas del CosmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora