Cap. 68: El Hombre de la Bata Blanca.

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Dicen que somos libres de elegir en nuestra vida, sin embargo somos incapaces de elegir nuestro origen y lugar de procedencia. Este pensamiento daba muchas vueltas en la mente de aquella joven niña de grandes cuernos y largo cabello castaño, la pequeña se encontraba sentada en la mesa de un modesto comedor mientras jugaba un poco con el cubierto y las verduras servidas en su plato; se mostraba pensativa, pero sobre todo muy distraída. ¿Qué implicaciones traía consigo aquella línea de pensamiento? Ella amaba mucho a su familia, para ella representa su tesoro más valioso después de todo, así que no entendía el por qué alguien no podría sentirse orgulloso de sus orígenes.

-“¿Ocurre algo querida? ¿Acaso no te gusta la cena?”

Preguntó una mujer adulta cuyas canas eran evidencia de su edad, la mujer que se encontraba sentada en la mesa frente a la joven, junto a su marido quien también rondaba la tercera edad, observaba con cierta preocupación a su nieta favorita, técnicamente su única nieta. Ambos individuos eran claramente humanos, diferentes a la joven, sin embargo entre los tres compartían lazos familiares y consanguíneos, aunque fuese complicado de entender. La pequeña Alice levantó su mirada hacia sus abuelos, sorprendiéndose un poco por la inesperada preocupación de su abuela, entonces con una voz suave pero todavía con dudas en su cabeza, se dispuso a responder.

-“No es eso abuela, tu cena es deliciosa como siempre… Es solo que ando pensando en algunas cosas, algo que le llevo dando vueltas desde esta mañana.”

-“¿Y por qué no compartes tus pensamientos con tu abuela y conmigo pequeña? Tal vez podamos ayudarte, claro, siempre y cuando no sea algún tema de esos relacionado con la magia y las dimensiones. Jojojo.”

Aquellas palabras causaron una pequeña e inocente sonrisa en la joven de largos cabellos castaños, quien dejó el cubierto sobre el plato para observar fijamente a sus abuelos humanos.

-“No es nada sobre esos temas. ¿Qué es una familia realmente?”

Los abuelos se miraron uno al otro fijamente durante un pequeño instante, y luego dejaron escapar una pequeña sonrisa ante una pregunta tan inocente realizada por su pequeña y tierna nieta; dicen que los nietos existen para ser mimados por sus abuelos, esta no era la excepción; aunque ambos tuvieron que contenerse para no caer encima de Alice con intenciones de darle apapachos cariñosos, además sabían que la pequeña aunque los disfrutaba tenía cierto trauma con eso por culpa del bobo de su padre. Fue la abuela Angie quien se vio dispuesta a responder a su incertidumbre.

-“Bueno querida, podría darte una larga y extensa explicación sobre el concepto de lo que es una familia, pero lamentablemente no soy como tu madre y no sirvo para esas cosas. Sin embargo, puedo decirte, que una familia son personas que se apoyan mutuamente, personas con los que te sientes cómoda y quieres de manera incondicional.”

-“Esas cosas las sé abuela… Se supone que la familia debe estar unida en los buenos y en los malos momentos, una familia no se traiciona, de hecho ni siquiera es necesario que compartamos lazos consanguíneos para considerar a alguien como parte de la familia.”

-“Tienes razón querida. ¿Entonces si eres consciente de esas cosas, cuál es tu incertidumbre?”

-“… Somos incapaces de elegir nuestro lugar de nacimiento o nuestro origen primario. Por ejemplo yo misma no pude haber elegido nacer, padre nació incluso como humano antes de volverse miembro de la Alta Comisión Mágica, madre nació por capricho del abuelo Glossaryck para que cumpliera una función específica en el universo y con la magia…”

-“Jojojo. Y tiene toda la razón, nadie puede elegir, sin embargo todos somos capaces de elegir nuestras vidas, nuestras acciones son quienes nos definen.”

Alice vs las Fuerzas del CosmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora