Cap. 51: La Semilla Cósmica I.

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Chillidos ensordecentes replicaban en el ambiente, un caos sonoro del que resultaba imposible de escapar, criaturas de todo tipo parecían ser las artífices de aquel mal. Los cielos de aquel mundo se encontraban llenos de vapores nocivos, miasmas de insípidos colores que se impregnaban en las nubes, entre las cuales algunas de las informes bestias parecían consumir para segregar líquidos tóxicos que desprendían como una lluvia mortal hacia los habitantes que se arrastraban como gusanos carentes de razón sobre el suelo. Dos bestias de casi cinco metros de altura se enfrentaban mutuamente desprendiendo grotescos sonidos antinaturales, babeaban y se retorcían como dos serpientes que intentaban apretar a la otra, sus amenazas eran bastante claras y el peligro de aquella confrontación repercutía en el entorno que era destruido por aquellos masivos cuerpos de carne supurante y blanquecina; repentinamente del costado de una de las dos bestias, surgió una grotesca mano amorfa recubierta en fluidos corporales, con la nueva articulación recién formada sujetó a la criatura con la que se enfrentaba y la separó de su cuerpo estrellando su peligrosa cabeza contra el suelo, aplastándola brutalmente una y otra vez hasta que la víctima dejó de retorcerse; el ganador lanzó un escalofriante aullido a los aires mientras que con la articulación comenzó a despedazas el cadáver para consumirlo sin reparo alguno.

Todo aquel brutal espectáculo era observado por dos mujeres que mantenían una prudente distancia. Ambas intercambiaron miradas cómplices y se separaron rodeando a la criatura que disfrutaba de su victoria. La primera de ellas tenía cabello rubio con dos pequeños cuernos negros que asomaban entre este y vistiendo una raída bata de laboratorio llena de mugre; levitaba con sus piernas extendidas a pocos centímetros del suelo, hizo girar con fluidez un bastón negro que traía consigo mientras murmuraba para sí misma alguna especie de rito o encantamiento arcano, tras lo cual manifestó unas cuerdas mágicas de color rojo traslúcidas que ataron sorpresivamente a la monstruosidad que de inmediato comenzó a retorcerse para intentar escapar pero esta vez, ni siquiera su nueva articulación parecía servirle. La segunda mujer poseía un largo cabello castaño y grandes cuernos sobre su cabeza, vestía con ropas más salvajes hechas de cuero y pieles; cuando su compañera ató firmemente a la bestia corrió hacia ella y con unas finas y peligrosa agujas comenzó a perforar al inmóvil objetivo, el veneno de su arma se esparcía rápidamente pero no parecía funcionar correctamente pues la criatura parecía sufrir pero continuaba retorciéndose; ante esto y sin ningún arma de gran tamaño para cercenar aquel cuerpo repulsivo, la dama de desató las cadenas de sus manos permitiéndoles colgar libremente, enredó con estas aquella cabeza del monstruo montando sobre la misma.

-"¡Ahora Comet!"

Ante el grito de aviso, la mujer de rubia melena asintió con firmeza y entre ambas comenzaron a apretar a la criatura, más y más fuerte, tan fuerte que las cadenas de negro metal comenzaron a atravesar la piel del monstruo cercenando su apéndice dejándola casi decapitada. El trabajo estaba hecho, Comet Lucitor se acercó levitando hasta los cadáveres y comenzó a tomar muestras para analizar posteriormente.

-"¿Cómo te encuentras Alice?"

-"Bien... Esto no es nada. Aunque me sorprendió que esta cosa pudiera resistir mi veneno."

-"Si, fue algo inesperado en el plan. Pero no te preocupes, seguro que cuando analicemos esta cosa, podrás fabricar un veneno incluso más potente."

-"Esa es la idea Comet. Pero dejaremos eso para después... La cuestión que nos trae aquí."

-"Ya tomé las muestras. Es urgente que analicemos a estas cosas, su capacidad de crecimiento tan anormal, y las mutaciones tan variadas que presenta cada individuo es altamente peculiar."

-"Si... ¿Puedes creerlo? A esta cosa le creció un apéndice nuevo en mitad de un combate."

-"Y gracias a eso se alzó con la victoria sobre su oponente, un mecanismo evolutivo que le permite adaptar su cuerpo a sus necesidades para garantizar su supervivencia y fortalecerse, es sencillamente fascinante."

Alice vs las Fuerzas del CosmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora