Aullidos frenéticos se escuchaban en aquel lugar oscuro, las criaturas nativas de la zona se habían alejado hace mucho tiempo, huyendo al seguir sus instintos más primitivos de supervivencia. El bosque trasmitía un aura extraña, desolación, incertidumbre, nada parecía atreverse a enfrentar la inquietud que trasmitía. Cinco entidades de gran tamaño parecían dirigir a un ejército de aberraciones para atacar la cercana ciudad de Mewni, un baluarte de la magia en toda regla. ¿Pero de dónde provenían aquellos ejércitos? ¿De dónde provenían esos cinco gigantes grotescos? Eran preguntas sin respuesta alguna. ¿Pero acaso esa procedencia importaba?
De hecho, una mujer parecía encarar a esos comandantes sin miedo o inseguridad en su mirada, no le importaba de dónde viniesen, no le importaba cuáles eran sus objetivos... Incluso dejó de importarle la apariencia de sus enemigos, apariencia que inevitablemente le hacía recordar a uno de los principales dioses de su pueblo. Las grises nubes de tormenta que se arremolinaban en los cielos traían consigo fuertes vientos helados que mecían las puntas del negro pelaje de aquella mujer, un enorme espadón negro reposaba sobre uno de sus hombros mientras un inexpresivo y frío rostro causaba ciertas dudas... Después de todo, en aquella mujer, lo más común era ver una expresión muy diferente cuando se disponía a entrar a un combate. Olfateó un poco el ambiente sin apartar la vista de sus cinco enemigos cuyas miradas ocultas detrás de negros velos, parecían dirigirse hacia ella.
-"Ya veo... Este viento helado... Butterfly está enojada..."
Lo sabía, lo antinatural de aquella situación solo podía deberse a la influencia de su amiga Meteora, eso significaba, que ella estaría luchando libremente con todo su poder sin intención de contenerse; algo muy malo realmente debía de haber ocurrido. Casi de inmediato, desapareció de aquel lugar a una velocidad de vértigo apareciendo cerca de una de aquellas criaturas, su mirada reflejaba la muerte escrita en sus pupilas, su brazo sostenía su gran espada lista para cortar la cabeza tentacular de uno de los monstruos, sin embargo el golpe fue frenado abruptamente por el propio brazo de la bestia, el sonido provocado por el impacto se escuchó metálico y resonante. Casi como un rebote, ella salió repelida hacia atrás por el aire, sin embargo no se vio ni meramente sorprendida cuando notó que otra de las cinco criaturas ya estaba casi encima de ella lista para golpearle de lleno con su puño.
El impacto resquebrajó el suelo e hizo temblar aquella zona del bosque, sin embargo la dama Ghus no se encontraba aplastada en el suelo, había logrado moverse en el aire equilibrándose con su cola de tal forma que su cuerpo hizo un giro preciso y rápido escapando de impacto directo; todo, en fracciones de segundos apenas perceptibles para la vista común. Intentó cortar aquel brazo que se había clavado al suelo, sin embargo nuevamente el sonido del metal resonaría en el lugar, pero esta vez no hubo rebote alguno pues la fuerza ejercida por aquella mujer canina era mucho más fuerte ahora.
Aquellos cuerpos eran realmente duros, pero sobre todo eran fuertes, sin embargo no entendía como su amiga Alice había logrado perder contra uno de ellos; aunque según su historia, no podía usar su magia correctamente... Ella podía sentir el flujo de su propia magia sin ningún problema, no había afectación alguna, por lo que la teoría que había surgido, sobre que el lugar en dónde su jefa luchó había sido el responsable de esa alteración, parecía fundamentarse ahora con algo más de fuerza... En ese caso... Ella se aseguraría de destruir a esas cosas en la plenitud de sus capacidades.
Su marcha hizo temblar los suelos a su paso, su pelaje negro se entremezclaba y difuminaba como una estela sombría difícil de seguir, fue frenada en seco por dos de sus enemigos que se veían listos para golpearle; no parecían tener problemas para seguirle a esa velocidad. Sin embargo ella no cedió ni se movió cambiando la dirección de su movimiento, impactó con fuerza contra aquellos muros de desagradable carne arrastrándolos como un bravo guerricornio de carga; las alargadas extremidades en las que aquellos monstruos se apoyaban sobre el suelo crearon surcos en la tierra mientras eran arrastrados hacia atrás. Una tercera de aquellas bestias se unió al conflicto deteniendo en seco aquella carga; una cuarta descendió desde los cielos tras un fuerte salto, justo sobre donde se supone se encontraba la mujer que enfrentaban... El impacto fallaría su objetivo pues la dama Ghus ya se encontraba preparando un contraataque moviéndose entre las piernas de los tres enemigos frente a ella, aprovechaba su pequeño tamaño para maniobrar y escabullirse con gran destreza a pesar de que cargaba consigo un arma de gran tamaño y peso. Sería recibida por la quinta bestia que parecía haber predicho sus movimientos y posible ruta de escape, definitivamente no había duda de que eran entidades inteligentes si eran capaces de integrarse de esa forma, pero Felicia saltó dando una voltereta sobre el poderoso puño que venía directo hacia ella, usando aquel brazo como una plataforma por la que corría velozmente mientras preparaba su espada apuntando a la extraña cabeza de la criatura.
ESTÁS LEYENDO
Alice vs las Fuerzas del Cosmos
Misterio / Suspenso¿Qué decisión tomarías si tuvieras las puertas abiertas a todas las opciones disponibles? Sin lugar a dudas no sabrías que camino elegir, el cómo sostener las riendas de tu vida. Esta es la historia y vida de Alice Díaz, hija de dos de los individuo...