Oscuridad, era lo que más predominaba aquel peculiar día, sombras producidas por las densas nubes grises que se habían amontonado e impedían el paso de la luz solar. El frío que traían los fuertes vientos era antinatural, las hojas de los árboles se mecían constantemente interrumpiendo la calma y tranquilidad que se sentía en el ambiente general. Era inquietante, pero de una manera rara y extraña de describir, después de todo el clima había estado comportándose anormalmente allí en Mewni desde hace un par de días; ni siquiera las noches se mostraban serenas y despejadas, era tan inusual que muchos no tardaron en suponer que debía de haber una causa responsable específica.
Sin embargo ese problema era lo de menos, en esos momentos el pueblo de Mewni estaba pasando por las labores de recuperación tras la batalla previa en la que salieron victoriosos; debido a que la ausencia de la Forjadora de Tijeras Dimensionales suponía la imposibilidad de usar portales dimensionales, Glossaryck tuvo que hacerse responsable de traer de regreso a la población hacia la ciudad, una labor que le suponía un esfuerzo laboral que no hacía desde hace varias generaciones; definitivamente debía pensar seriamente en intentar solucionar ese problema de gran magnitud, por otra parte le era difícil mantener al mismo tiempo el equilibrio de la magia en el universo, desde que le había encomendado la labor a Marco tiempo atrás, que había sido como quitarse un trabajo de encima, había perdido un poco su práctica en ese asunto y ahora debía volver a acostumbrarse a su cuidar de dicho equilibrio por su cuenta; a no ser que surgiera alguien similar a Marco quien pueda asumir dicha responsabilidad, sin embargo aquel chico era único y peculiar, difícilmente encontraría a alguien así otra vez en mucho tiempo, no era una labor que podía cederle a cualquiera.
Al mismo tiempo, mientras se llevaban a cabo las labores de recuperación en la ciudad, el pueblo honraba a sus caídos en combate, aquellos hombres y mujeres que dieron sus vidas en aquella invasión que habían sufrido; se notaba el luto en la población, las calles estaban adornadas con telas negras colgadas desde las ventanas y en las puertas, se sentía un ambiente de tristeza generalizado en el lugar, una extraña tristeza combinada con optimismo pues sabían que todo iría a mejor a pesar de todo. Incluso se había ordenado la construcción de un monolito especial en la plaza principal, un proyecto que en el futuro, cuando estuviese terminado, mostraría los nombres de todos los fallecidos; se honraría su sacrificio en la posteridad.
Extrañamente, la Reina de Mewni no había salido a dar la cara en los días posteriores al conflicto, en el castillo había cierto revuelo pues solamente miembros de la Alta Comisión Mágica y algunos individuos específicos tenían permitido el paso hacia el interior del salón del trono; en el pueblo se daba por hecho de que su majestad estaba demasiado ocupada con las labores que tenía entre manos, pero sobre todo suponían que se encontraría de luto pues la noticia del fallecimiento de la Reina de la Oscuridad, Eclipsa Butterfly, había llegado a oídos de la población general, algo que habría supuesto un duro golpe para la monarca actual por lo que entendían su ausencia en esos momentos.
Lekmet entraba y salía constantemente llevando consigo decenas de pergaminos y documentos importantes, Rhombulus estaba supervisando las labores de recuperación que quedaban pendientes. Omnitraxus intentaba reparar las grietas dimensionales que se habían generado momentos después de la desaparición de la forjadora, era un trabajo tedioso y muy extenuante. La comisión se veía más ocupada que nunca, además no ofrecían explicaciones alguna de la situación, en su mayoría para mantener la discreción absoluta… ¿Discreción? ¿Por qué? No se podía saber que la reina Meteora había muerto, una noticia así causaría una conmoción mucho mayor en el reino y la situación actual no era la más indicada para permitir que cunda el pánico.
Pero entonces, si Meteora Butterfly había fallecido… ¿Entonces quién estaba tomando las decisiones sobre todos los asuntos que involucraban a Mewni en esos momentos? La causa de tanto secreto era evidente, además quien ahora se hacía responsable del reino no era nada más ni nada menos que la propia Star Lucitor en persona, Reina del Inframundo quien tuvo que ofrecerse para el puesto temporalmente hasta que la Alta Comisión Mágica arregle el problema. Y es que una reina de otro reino, se encontrara dando las órdenes, suponía un problema político inconmensurable; aunque se tratase de una antigua princesa Butterfly y una amiga cercana de la familia real de Mewni, su rango en ese momento podría suponer y traer complicaciones mayores, en especial porque la dama también ostentaba el título de Directora de Santuario y de Hechicera Suprema.
ESTÁS LEYENDO
Alice vs las Fuerzas del Cosmos
Mystery / Thriller¿Qué decisión tomarías si tuvieras las puertas abiertas a todas las opciones disponibles? Sin lugar a dudas no sabrías que camino elegir, el cómo sostener las riendas de tu vida. Esta es la historia y vida de Alice Díaz, hija de dos de los individuo...