Cap. 63: La Cripta.

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-“Recuerda Alice, la vida es sagrada y no debemos tomarla deliberadamente, mucho menos por mera diversión. Al mismo tiempo, la muerte debe ser respetada, después de todo se trata del destino de todo ser vivo.”

Hablaba con delicadeza un sujeto corpulento que vestía una chaqueta negra por debajo de una sudadera roja y un pantalón azul algo raído y viejo, su cabello era castaño y del mismo color que el de la pequeña a la que se dirigía; se encontraba recostado bajo la sombra de un gran árbol, disfrutando de la suave brisa que corría en aquel momento mientras observaba el paisaje que lucía brillantes colores crepusculares.

-“No lo entiendo del todo padre.”

Comentó aquella joven vestida de telas turquesas y rojas entrelazadas con fragmentos de cuero negro, adornados con pequeños cascabeles tintineantes; su cabello era lo suficientemente largo como para sobrepasar el límite de sus hombros, pero no lo suficiente para llegar a su cintura; dos cuernos coronaban su cabeza, tan largos como la mitad de la longitud de su antebrazo. La duda reflejada en aquel rostro moreno era más que evidente, de hecho su expresión seria y confusa provocó una pequeña sonrisa en aquel sujeto.

-“No le des muchas vueltas. Aun eres muy joven, tarde o temprano llegarás a comprender el significado y el valor que hay tanto en la vida como en la muerte.”

-“Pero… Tú no puedes morir, madre tampoco, y el abuelo Glossaryck dice que yo tampoco. Sin embargo la abuela Angie, el abuelo Rafael y tía Mariposa si pueden. ¿Por qué?”

-“Creo que tienes una pequeña confusión de conceptos querida. Existe una gran diferencia entre el no poder morir, y la longevidad a través del tiempo… Tu madre, tu misma y yo somos del segundo tipo… Si podemos morir, pero somos inmutables ante el paso del tiempo.”

-“Pero padre… El tiempo no parece cambiar para madre, tampoco para usted… Pero yo continúo creciendo. ¿Eso no significaría que no soy inmutable ante el paso del tiempo?”

-“Jaja. Muy lista, bien observado mi bebé.”

-“¡Padre!”

-“Lo siento, no pude resistirme… Como has dicho, tu madre y yo no cambiamos, sin embargo tú si lo haces. La respuesta a esa diferencia tan marcada y crucial se encuentra en tu interior.”

-“¿Por qué todavía soy una niña? ¿Crees que cuando llegue a cierta edad deje de crecer?”

-“No… No tiene que ver con que seas todavía muy joven… Es bastante simple realmente, tú no eres como tu madre ni como tu viejo… Eres mejor que nosotros.”

-“No soy tan fuerte como ustedes padre.”

-“¿Eso crees? Tal vez no ahora… Pero quien sabe… Tal vez algún día seas lo suficientemente fuerte para derrotarme incluso… Y cuando ese día llegue, estará más que claro que no habrá nada que pueda resistirse ante ti.”

-“No lo entiendo.”

-“Como dije antes, no le des muchas vueltas a estas cosas.”

El sujeto se puso en pie con un rápido movimiento y estiró un poco su cuerpo con algunos calentamientos. Sin despegar su vista de las maravillas y colores que exponía el cielo, se acercó a su retoño y acarició un poco su cabeza aprovechando la evidente diferencia de altura, revolvió su cabello mientras dejaba escapar una pequeña risilla traviesa; una acción que no pareció ser muy bien recibida por la joven quien por la expresión en su rostro, no se veía muy satisfecha o muy conforme, aunque tampoco opuso resistencia.

-“Tampoco entiendo qué tiene que ver todo esto con la vida y la muerte que decías al principio padre.”

-“Como dije… Algún día serás alguien muy fuerte, tal vez incluso la más fuerte del universo. ¿Te imaginas? Si ese día llegase sin lugar a dudas estaría muy orgulloso de ti… Aun así… Nunca debes olvidar ese respeto hacia la vida y la muerte, aunque ahora no lo entiendas del todo; sé que es algo que acabarás comprendiendo en su momento. Puede que incluso llegues a desarrollar tu propia opinión y perspectiva al respecto según tus propias experiencias, después de todo eres bastante lista e intuitiva.”

Alice vs las Fuerzas del CosmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora