𝗧𝗔𝗧𝗧𝗢𝗢 | 𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗳𝗲𝗿𝗻𝗮𝗻𝗱𝗲𝘇 ©

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Provocación.

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El ambiente estaba un poco tenso debido a la pérdida del partido, nadie hablaba o hacía comentarios mientras cenábamos. Era difícil ver al equipo de esa manera, la mayoría no pudo tener su momento especial dentro de la cancha y además, les robaron goles diciendo que eran offside. Las palabras de Messi en la conferencia de prensa aliviaba un poco las cosas, pero no lo suficiente para no pensar en lo peor que podría pasar en el próximo partido. Martina decidió que el mejor apoyo para Julián sería que ella pasara todo el tiempo necesario junto a él, respeté su decisión ya que se trataba de su primer mundial y obviamente necesitaba más apoyo que todos los demás que ya tenían experiencia. Pero todo indicaba en que tendría que compartir habitación con Enzo nuevamente. 

Estaba cansada de su actitud y de como le importaba poco lo que yo pasaba por su culpa, todas las lágrimas y sacrificios que hice después de aquel incidente. Nunca culpé a Valentina, claramente ella era una victima al igual que yo, no tenía ni idea que su novio estaba jugando con una chica de 18 años. Mi autoestima decayó después de ver su perfil y las fotos que tenía junto a Enzo, sentía que nunca me iba a poder recomponer y volver a tener esa confianza en mí que tenía antes. Es increíble como un hombre puede hacerte olvidar como eras antes después de lastimarte, con sólo una mentira te quita todo lo que tenías y no sabías. 

—Luna, — La voz de Martina me sacó de mis pensamientos, jugueteaba con mi comida mientras sostenía mi cabeza con mi mano derecha. La miré esperando a que me dijera que quería y simplemente me miró con indignación. — te estoy hablando hace media hora, ¿Te pasa algo? 

—No, nada. — Dije con la vista fija en Enzo, parecía estar bastante tranquilo después de todo, lo detestaba y eso me resultaba bastante fuerte para mi, alguien que lo quiso con todo el corazón.

—Te estaba contando que hoy voy a dormir con Juli, — Susurró para que los del cuerpo técnico no la escucharan, claramente era parte del reglamento que los jugadores no durmieran con sus familias durante el periodo de concentración y nadie quería que Julián fuera sancionado por eso. — ya sé que no queres estar con Enzo, pero Juli me necesita y no puedo fallarle. 

Susurré un "Está bien" apartando la vista de ella y volviendo a jugar con la comida en mi plato, todo me había sacado el apetito, incluso la noticia de Enzo. Los chicos se levantaron de la mesa al paso de que terminaban de comer, en silencio y sin expresar ninguna palabra en el medio, parecía un velorio y así sería durante días hasta el próximo partido. Levanté mi plato y lo dejé en la bacha junto a los demás para emprender camino a mi habitación, realmente no quería saber más nada y sólo acostarme a dormir, esperar a despertarme al día siguiente sin pensar en que habría una posibilidad de volver temprano a casa. 

—¡Luna! — Paré en seco al ver que Leandro se acercaba a mi trotando, finalmente escuchaba su voz después de todo el día en silencio. Sonrió al verme y se paró frente a mi con cierta distancia, tenía su uniforme de entrenamiento en donde se podían ver todos sus tatuajes en sus brazos. —, quería preguntarte si estaría bien que terminemos el tatuaje hoy a la noche. 

—Sí, no creo que haya problema. — Sonreí con amabilidad mientras simplemente me quedó mirando por un minuto exacto, quedé bastante impresionada por lo lindos que eran sus ojos y como combinaban bien con su sonrisa. 

—Te veo a las doce entonces. — Guiñó un ojo para finalmente irse a su habitación, estaba un poco shockeada debido a su atrevimiento, sonreí un poco tonta y entré a mi habitación, encontrando a Enzo en la cama de Martina.