𝗧𝗔𝗧𝗧𝗢𝗢 | 𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗳𝗲𝗿𝗻𝗮𝗻𝗱𝗲𝘇 ©

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Tonto.

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Enojo y rabia sentía Luna sentada en aquella camilla, tenía una bolsita de gel en su cabeza junto a un algodón en su lado izquierdo de la nariz. El odio que sentía por Enzo en ese momento realmente no tenía palabras que lo describiera, ese pelotazo no era para ella pero simplemente algo tenía que ver. La ira de Enzo después de que la chica no regresó a la habitación la noche anterior lo consumió, más al verla llegar abrazada a Leandro sabiendo que probablemente habían pasado la noche juntos. Martina le pasaba bizcochitos de grasa para que la chica comiera algo antes de vomitar por el mareo que le dio después de no haber desayunado, Enzo era una bola de celos después de todo y claramente el pelotazo lo tenía preparado para Leandro, aunque justo se movió y fue directo a Luna. 

—Martina, ¿Nos dejas solos? — Entró el morocho sin tocar y con la mirada puesta en el suelo, Luna estaba sorprendida debido a la caradurez de Enzo para mostrarse después de lo que había hecho. La castaña no protesto y se fue corriendo de aquella pequeña sala, Enzo caminó de lado a lado con las manos en su cadera sin saber como empezar.

—¿Estás contento? — Dijo Luna para picar un poco la situación, aunque la bronca que tenía encima no le permitía que las palabras le salieran de buena manera. — ¿Cuál era el plan?, ¿Causarme una contusión, imbécil? 

Enzo decidió que decir algo sería perjudicial, más después de lo que había causado. La chica agarró otro bizcochito de la bolsa y comenzó a comer de la ansiedad que le causaba la situación. 

—No fue a propósito. — Luna se burló de él sacando el dedo de en medio en forma de agresión, realmente su odio por Enzo se había hecho más grande después de que el morocho hiciera cagada tras cagada. — A ver Luna, vos no podes esperar a que yo me olvidé de lo que pasamos y después pretender que no me interesa que Leandro te chamuye enfrente mío. — Arremetió con bronca el chico que ya estaba harto de la situación, la chica se bajó de la camilla y sonrió de manera cínica, al igual que él. 

—Y vos no podes esperar que me olvide de todo lo que me hiciste pasar, — Ella acercó su cara a la de Enzo de forma peligrosa, todo era parte de una provocación y a la vez, de esas ganas de decirle todo en la cara. — ¿O no te acordas que mientras estuviste conmigo se te olvidó decirme que estabas de novio? — Susurró dejando congelado al chico, por primera vez Luna lo estaba confrontando con todas las palabras posibles para hacerlo recapacitar. 

—Nunca dejaste que te explique. 

—¿Qué me ibas a explicar?, "Luna, perdón, es que quería estar con las dos".  — La discusión subía de tono cada vez más, el ambiente se ponía más caliente al momento de revivir el pasado y no era algo que se podría controlar. — Anda y búscate a otra piba que te haga sentir vivo por cinco minutos, trata de no mentirle viste. 

Por alguna razón, a Enzo le encantaba ver a Luna de esa manera, era un tonto por ella y la chica aún no se daba cuenta de eso. Hacía cualquier cosa para llamar su atención o decía lo más molesto para que ella lo mirara por una vez, después de tanto tiempo. Los ojos de Enzo se desviaron a los labios de Luna, la tensión creció entre los dos y más cuando la calentura de Enzo se apoderó del ambiente. 

—Luna...

—No, Luna nada. Ubícate Enzo, ya no sé como hacerte entender que lo nuestro ya fue y que no quie- — Y la besó. La calló con un beso profundo al que la chica intentó resistirse por varios segundos, pero su esfuerzo era bastante difícil ya que Enzo era más fuerte que ella. 

La abrazó por la cintura y la apretó más a su cuerpo, nuevamente sus labios se unían después de un año, extrañando aquel tacto y aquel suavidad de ellos. Enzo se rehusaba a dar por hecho lo que había creado entre los dos, se rehusaba a olvidarse del pasado y seguir adelante con alguien que no sea Luna. La tensión se volvió más fuerte, su beso se volvió desesperado en cuestión de segundos y haciendo que Luna olvidase todo el enojo que tenía encima.