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07

Evitación.

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Allí estaba Luna, con la vista en el papel después de haber dibujado una especie de beso entre dos personas. Se sentía abrumada por la situación que había vivido el sábado, no dejaba de pensar en la forma en la que Enzo le había dicho que le gustaba. Estaba confundida, si le gustaba tanto como lo había expresado, ¿Por qué no le había mandado ni un mensaje?

Luna revoleó la lapicera sobre la libreta frustrada y mirando el celular para ver si algún mensaje estaba en su pantalla de bloqueo, bufó al ver que sólo aparecía la hora y el clima, lo que menos le interesaba. A la vez se sentía triste, quería que el morocho la busqué después de lo que había pasado entre los dos, lo único que le había quedado del sábado era el follow en Instagram por parte de enzojfernandez y juliaanalvarez. Un poco significaba para ella, no era poco que dos grandes del River Plate la siguieran, pero después de lo sucedido, esperaba un mensaje para que las cosas se aclarasen. 

—¿Crisis de inspiración? — Martina apareció detrás de ella apoyándose en el marco de la puerta, la morocha volteó un poco sorprendida y volvió la vista a la hoja. Su preocupación no venía solamente de que no había un mensaje en su celular, sino que Enzo no había aparecido en toda la semana para un tatuaje en específico como lo venía haciendo últimamente. — Me parece que es más una crisis Enzial. 

La chica se rió al escuchar la palabra apocalíptica que tenía para Enzo. 

—No sé que hacer. — Se pasó la mano por el pelo un poco estresada por la situación y volvió a darle la espalda a su amiga que luego, se acercó un poco para ver el diseño ya terminado en lapicera negra. 

—Ya va a venir, deja de hacerte la cabeza. — Obviamente Martina conocía a Luna como la palma de su mano, sabía cuando sobre pensaba y cuando su inseguridad se apoderaba de sus acciones. 

Luna decidió dejar de prestarle atención al tema, ya casi se acercaba la hora de cerrar y no habían más turnos. Si bien era una atracción, Luna creía que en realidad si había algo que pudiera llegar a nacer entre los dos, pero también tenía miedo de caer en la desilusión, después de todo no conocía muy bien a Enzo. No sabía de su pasado, no podría describirlo en palabras ya que una parte de su personalidad está con ella y la otra la desconoce. Nunca se llega a conocer bien a una persona. 

La lluvia se adueñó de la ciudad de Buenos Aires, ambas chicas acordaron en volver a sus casas en un Uber para evitar mojarse y posteriormente, enfermarse. Luna apagó la luz de su estudio con un suspiro pesado y agarró sus cosas, estaba totalmente dispuesta a volverse a su casa y encerrarse todo el fin de semana en su habitación. Sentía un hueco en su corazón sin razón, un mensaje de Lucas llegó a su celular ilusionándola al pensar que era de Enzo, estaba a punto de abrirlo pero algo interrumpió todo el proceso. 

Salió del local mientras Martina apagaba todas las luces, se escondió debajo del techo que cubría un poco su cuerpo y miró con atención que el Uber llegara. Un auto bastante lujoso se paró frente a ella, la lluvia se volvió más intensa y su corazón se aceleró al ver a Enzo bajar de aquel auto junto a su uniforme de entrenamiento. La chica se quedó muda mientras Martina observaba todo con una sonrisa desde la ventana, el morocho se acercó hasta quedar a unos pasos de la chica y la miró a los ojos, se sacó el barbijo para mostrar esa sonrisa que ya empezaba a extrañar. 

—Perdona la demora. — La voz dulce de Enzo volvió a cautivarla, fue instantáneo como una sonrisa de tonta enamorada se esparció en sus labios. La diferencia de altura entre los dos los hacía ver tiernos a la vista de Martina que era toda una espectadora del show.