nueve:

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A pesar del incorrecto encuentro que tuvo con MinGyu en esa mañana y las sospechas de Hansol acerca del comportamiento de SeungKwan, este no había dejado de tener cortas interacciones a la lejanía, aún cuando no se volvieron a reunir desde el final de la suspensión. Solo fue un momento, pero suficientemente vertiginoso para SeungKwan, y le daba pavor que se notase lo mucho que pensaba en aquello.

—¿Qué tanto piensas? —dijo Hansol con una curiosa mirada.

—¿Yo?... Yo no pienso... O sea, sí, pero no ahora. —agarró su libro de literatura y retomó su estudio.

—Llevas un buen rato mirando la pared, y me temo informarte que no puedes leerla.

—Solo estaba recordando los exámenes que siguen después de mañana.

—Solo sigue el de Biología y Química.

—Estoy seguro que había más —mintiendo con gran ingenio para mostrar un rostro creíble ante su interrogante.

—No, y será mejor que estudies, porque estaba a nada de empujarte para ver si solo te habías congelado o metido en un trance espiritual que te saca de esta dimensión.

Ese día en la escuela, Hansol había ido al baño y acordó con SeungKwan en que lo esperaría en el patio. Cuando este estaba a dos pasos de pisar las escaleras que lo bajarán al exterior, vio a lo lejos a un MinGyu concentrado en un libro de filosofía, probablemente prestado por algún compañero del salón. No se quedó quieto solo por tratarse de él y verlo a él lo hacía sentir productivo, sinó por las miles de caras que hacía, posiblemente sin comprender lo que el libro decía.

—¿No era más sencillo preguntar si estaba congelado?

—¿Las personas congeladas hablan y escuchan?

—Bueno, si no hubiera dado respuesta, es porque estaba congelado, ¡evidentemente!

—No, prefiero ir a la segura.

—¡Empujarme no era necesario en ningún caso!

—Si de verdad estuvieras congelado y te hubiera empujado, no ibas a reaccionar. De haber reaccionado, solo asumiré que estabas aturdido por algo que desconozco y parece relevante.

—¿Por qué quieres encontrar una justificación a tu intención de empujarme?

—Molestarte es divertido a veces.

—¡¿Perdón?!

—Te acabas de molestar solo por darte a conocer mi plan inicial. No me imagino lo molesto que estarías si lo hubiera implementado. Estoy seguro de que me demandarías.

Se rió obviamente, y maniobró al revés su andar para ocultarse y observarlo sin llamar su atención, pero inútil resultó, ya que MinGyu levantó su mirada y coincidió con la suya. En un ángulo irresoluble, retroceder sería contraproducente, pero seguir mirándolo también, porque MinGyu no bajaba su guardia, hasta una visible sonrisa se reveló. Intentó regresar al libro, pero miraba entre ojos seguidamente a un SeungKwan, quien no exponía ninguna reacción inteligente.

—¡SeungKwan!

—¡Ah! ¿Qué quieres?

—¿Por qué no me prestas atención?

—Yo… sí te estaba escuchando.

—Para nada. Llevo pidiéndote el libro de Filosofía como tres veces, pero no sé si le grito a un sordo o a un muro.

—Estoy muy concentrado estudiando.

—El libró está en tus manos, no en otra dirección. Si vas a mentir, mínimo sé creativo…

I've Always Loved U • VerkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora