I've Always Loved U • Verkwan

tres:

SeungKwan tuvo el permiso de sus padres al saber que el vecindario era de buena reputación y el tío de MinGyu iría y los dejaría, ya que Hansol también iba en el mismo auto.

Entrando a la hermosa casa, se encuentran con una pequeña cantidad de personas sentadas y charlando en los sillones, otra en una esquina bebiendo gaseosa de desconocida marca y otros pocos adultos ayudando con los preparativos. La música era sutil y las canciones de BIGBANG a volumen bajo no podían faltar.

«Esperen un momento, debo recibirlos», escuchó a una corta distancia a MinGyu, quien rápidamente se les acercó y los saludó con un abrazo y un hi-5, gestos que alocaron el interior de SeungKwan.

—¿Cómo están? —les preguntó a ambos.

—Bien, con hambre —dijo Vernon.

—¿Has guardado espacio para comer acá?

—¿Cómo no hacerlo? —husmeó por detrás del cumpleañero—. Oh, has invitado a más que el año pasado..., hasta a Jeonghan.

—Nos hemos llevado bien, e invitarlo no fue una mala idea. Incluso creo que la está pasando bien, presumiendo sus conquistas o cualquier otra cosa, como todo presumido que es.

—Iré a saludar a tus padres. ¿Dónde están?

—Están en la cocina. Si no quieres gaseosa, hay agua y jugo en la nevera.

Cuando Vernon se marchó, SeungKwan sintió que tenía la venerable naturaleza de alguien cuya presencia no podía vivir solo. MinGyu se paró exactamente al frente y le sonrió con mucha estima. Además de su altura que era unos par de centímetros más que él, su ánimo mejoró, o eso quería creer cuando, a diferencia de Hansol, con él se presentó mucho más delicado.

—¿Cómo estás? ¿Te sientes bien?

—Estoy bien... ¡Ah, es verdad! —le acercó dos bolsas que tenía en sus manos—. La bolsa negra es el regalo de Hansol, y la roja es mi regalo… —bajando la mirada con pena—. Feliz cumpleaños, MinGyu.

—No tuvieron que molestarse, pero los aceptaré —las recibió—, y te lo agradezco mucho. Aunque, con que hayas venido es suficiente.

—¿Hm? —musitó tímido—. ¿Sí?

—Sí. ¿Por qué no? Eres agradable.

¡Un gol directo! SeungKwan tuvo que pretender que nada hacía cuando MinGyu se le venía a la cabeza en los días fúnebres y que nada sentía cuando su deseo de ser correspondido lo presionaba contra las pasiones que eran prohibidas para alguien de su edad. Pero su sonrisa no ayudaba en nada, menos frente a MinGyu. Aparentemente a este no le afecta ni sospecha de nada, hasta parece comprender su felicidad. Probablemente sabe lo despreciado que era y algo de lástima sintió.

—Vamos adentro —lo invitó mientras camina a la mesa de bocadillos.

—¡Oh, ya voy!

A mitad de la sala, el grupo de Jeonghan se lo queda mirando extraño, como si pensaran "¿Qué mierda hace este acá?". SeungKwan los ignoró, pero sabía que lo miraban bastante feo. Además, era un día dedicado a MinGyu y le daría su atención y preocupaciones a él, no a Jeonghan y sus burlas.

—¿Quieres servirte algo? —le preguntó tendiendo un plato con algunos bocadillos—. Puedes comer si tienes apetito, porque asumo que igual eres de los que guarda espacio en su estómago para eventos.

—Hm... Creo que paso —responde mirando la mesa repleta de diversos platos.

—¿No vas a comer?

—No debería.