cincuenta y dos:

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La pareja ya estaba finalmente viviendo junta. SeungKwan solo se trajo lo más indispensable al departamento y lo demás lo dejó en la, ahora, casa de sus padres. Entre la ropa que llevó al armario estaban las camisetas holgadas que suele usar cuando no sale antes de ir a trabajar o tiene el día libre, sus pantalones de mezclilla de toda la vida y ropa más corta que no usaba mucho porque su finalidad era llamar la atención cuando la quería, o verse bien en el espejo, porque le excitaba, y aún le excita tocarse sobre la ropa. Pero con Chan no tendrá que ocultarlo más.

Chan había renunciado a su trabajo hace pocos días por los complicados horarios y la distancia, y había dejado su currículum en diversos locales el sábado, muy atento a su teléfono por si algún local o empresa estaba interesado en contratarlo como ayudante de contabilidad. Su ávido por regresar a trabajar lo tenía más mareado que a un niño luego de dos horas en viaje sobre una carretera caracterizada por la cantidad exagerada de curvas. Fue en esa tarde cuando SeungKwan puso en marcha su misión de enamorarse perdidamente de Chan y diseñar su calendario para hallar días y momentos para frustrar cualquier relación con su pasado. Sentó a Chan en la cama y le cubrió los ojos con una corbata, y cuando se los quitó, lo miró hambriento, ya que SeungKwan se había cambiado y ahora llevaba una camiseta rosada de talla L y un short deportivo bastante corto y apretado. «Descuida, no dejaré que te estreses más», le dijo mientras lo acostaba y se tocaba.

Diciembre se escucha desde el centro comercial hasta en la televisión. Él y Chan pensaban en cenar por primera vez juntos, tomando el riesgo de exponer su relación. Chan le propuso viajar para año nuevo, aprovechando que estaba desempleado y que tenía bastante dinero ahorrado. Aunque SeungKwan le dijo que no era sencillo pedir vacaciones, lo intentaría.

Otro viernes en el trabajo, en la segunda semana de diciembre, SeungKwan vuelve a atender a dos nuevos clientes que no se quitaban los sombreros a lo Fedora, pero al sentarse y retirar el accesorio, vio que eran MinGyu y Hansol. Un presentimiento le hizo sofrenar su intriga como si un ave se hubiera estrellado contra una nube. ¿Qué hacen juntos?... Ya estaba al lado de la mesa, así que solo les entregó la carta e ignoró la importancia de su presencia. A veces le echaba un ojo a Hansol y comunicaba con su furtiva mirada mientras decidía su plato junto a MinGyu.

—Queremos la promoción de barbacoa y arroz —pidió MinGyu, devolviendo la carta—. También dos botellas de Soju sin alcohol.

—¿Algo más? —dijo profesionalmente, recibiendo la carta.

—No, solamente eso. Muchas gracias.

Fue por la orden que tardó más de lo estimado —para su felicidad, ya que se distrajo tomando más órdenes— y al servirla, ambos le sonrieron, aunque era de esperarse que él también lo hiciera y luego se arrepintiera. «¿Por qué están juntos?», se preguntaba SeungKwan. Se distrajo de sus obligaciones, mientras los veía comer, reírse y pasarla bien, muy contrario a él que la curiosidad abunda en la zona más peligrosa de su mente. Otro cliente llegó y sin dudarlo corrió con las motivaciones de un ejemplar reconocimiento a su trabajo, pero nuevamente el pajarito se estrelló con otra nube. ¡¿Qué carajos hace Choi SeungCheol acá?!

—¿SeungKwan?

—¡¿Tú?!

—¡¿Boo SeungKwan?! —sorprendido. Se acercó y extendió su mano para saludarlo.

Pero no la aceptó y huyó. Volteó un segundo para ver cómo se acercaba con Hansol y MinGyu a la misma mesa. Otro segundo después, Choi Matt también entra y va hacia la misma mesa a instalarse. Ahora la cantidad de comida tiene sentido. Sabía que Hansol comía mucho... ¡No debe pensar más en él!

Se refugió en el baño para escribirle a Chan: "Quiero que me esperes despierto". Y al llegar a casa se desnudó justo después de cerrar la puerta y fue en busca de Chan quien estaba sentado en la cama, esperándolo, pensando que tenían que conversar de algo importante. «No preguntes, solo estoy caliente», dijo cuando se abalanzó sobre él. Ya quería ir de vacaciones con él, muy lejos de todo el mundo, darle sentido a ese afecto que le da a Chan cuando una aparición sorpresa o un recuerdo desleal a sus objetivos lo atropella. ¿Era eso posible o solo se dejaba llevar por la intensidad? Tal vez tendría que mudarse de la ciudad o del país, ¡lo que sea factible para solo sentir amor por Chan!

I've Always Loved U • VerkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora