Entraron por una puerta trasera, específicamente a la acogedora cocina, para nada adornada con refinada inmobiliaria o jarras de algún vidrio sacado de un lugar exótico que justificaba su delicadeza e importancia. «¿Qué quieren desayunar? —les preguntó la tía Choi—. Les puedo hacer huevos, tocino, o pueden servirse el recalentado». SeungKwan quería decir sí a todo, pero seguía con el absurdo miedo de inflarse.
—SeungKwan, siéntate —dijo Hansol, mientras corría una de las sillas hacia atrás.
—¿Tienes algún inconveniente que nos quieras decir? —le preguntó el tío Choi, quien ya tenía su plato de servilleta con, fácilmente, diez tiras de tocino recién sacados del sartén—. Siéntate cómodo, como si fuera tu casa.
—Luego verás la habitación que vas a compartir con Hansol —avisó la tía mientras le servía en orden de edad, de mayor a menor, al resto de los invitados—. Les adelanto que el segundo piso tiene su propio baño, aunque la única ducha está acá abajo. Deberán tomar turnos, porque SeungCheol y Matt son muy competitivos en quién se baña primero.
SeungKwan aprecia enormemente la amabilidad de los tíos de Hansol y se sienta, con la sensación de ser bienvenido. Eso no se hubiera dado tan fácilmente con sus parientes, cualquiera que no fuera su abuela materna.
—¿Necesitan beber algo —inicia la tía Choi con una gran disposición—, jugo de naranja, o leche recién recogida de la granja?
—Nuevamente está rimando —destacó SeungKwan.
—Yo quiero jugo de naranja —pidió Hansol, sin parecerle sorprendente la observación de su amigo.
—A veces, mis rimas son forzadas —explicó sacando un vaso del mueble alto sobre la cocina, dejándolo en la mesa—, pero ya es una costumbre para que las palabras no suenen tan afiladas. —saca el jugo de naranja de la nevera, sirve hasta tres cuartos del vaso y se lo da a Hansol—. Escuché, por parte de mi cuñada, que los huevos revueltos son una excelente solución a esa fachada algo cansada y atrofiada que traes desde que llegaste a norteamérica —dijo mirando la sartén sobre la cocina.
—¡Guau! Hansol, tu tía es genial.
—Todos opinaban lo mismo cuando íbamos en secundaria —comentó el tío justo después de tragar parte de su desayuno—, pero yo tuve la fortuna de probar sus maravillas culinarias desde que nos casamos, y los otros ardiendo en… ardiendo en…
—No trates de engañar a los niños. Ellos se acaban de enterar que la de las rimas acá soy yo. —le dio un beso en su cabeza, para luego, agarrar un plato y servir lo restante.
…
Recorrió una parte importante de la casa como lo era la sala de colosal aspecto y las escaleras con una óptima secuencia de barandas que mantenían firmes el pasamanos de pino barnizado. Las manos terminaban pulidas como el peinado de un calvo cuando terminas de subir.
SeungKwan y Hansol fueron llevados a su habitación y se quedaron ordenando mentalmente la organización.
—Esta será mi cama —informó Hansol, echándose en la del lado izquierdo.
—Solo porque es la más grande —dijo SeungKwan mientras se sentaba en la otra restante—. Aunque esta cama es mejor que la mía. —la acarició gentilmente y ubicó su atención en el gran armario que estaba en el rincón izquierdo del cubo—. ¿Cómo vamos a dividir nuestra ropa en el armario?
—Tiene dos lados. Mi ropa en el lado izquierdo y la tuya del lado derecho. Con la ropa interior… —se levantó y caminó hasta apuntar a una dupla de cajones en la parte inferior—. Hay dos cajones. La mía irá arriba y la tuya irá abajo.
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I've Always Loved U • Verkwan
FanficPareciera que la vida siempre contradice sus objetivos, sus deseos, y que las pasiones las ha de mantener en secreto. La inseguridad en sí mismo lo ha llevado a cruzar ciertos extremos que detiene a tiempo, pero no logra sostener sus penas por mucho...