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«¿Y eso qué?», dijo otra voz. «Solo venimos por tu collar, dijiste que se te había perdido acá», culminó la tercera y última. «¡Ahí está! —exclamó la primera voz—. ¿Lo ven? Se los dije: estaba en las bancas». SeungKwan tuvo tanta prisa de acabar que se paró y aceleró, terminando abriendo la tapa del inodoro para correrse, sosteniendo la respiración, pero expulsandola con su timbre saliendo de su boca. «Hay alguien ahí», susurró Jeonghan. «Igual escuché algo», dijo SeokMin mientras sus pasos acechaban el lugar que sostenía a SeungKwan. «Mira…, sus pantalones», dijo Chan en voz baja.

Paralizado, mirando como una última gota de semen se separa de miembro, mismo que poco a poco se desinfla y adquiere sensibilidad. Quiso agarrar papel higiénico, pero sabía que cualquier ruido llamaría la atención, y era muy tarde para actuar y no generar intrigas. «Conozco ese cinturón», murmuró Chan. Unos segundos de silencio parecían esperanzadores, y SeungKwan empezó a agacharse, pensando que ya no estaban ahí, pero los tres sujetos caminaron a la vez.

«Oh, esas manos», susurró Chan cuando SeungKwan agarró sus pantalones y los subió rápidamente. Se los abrochó tan audaz como pudo… «Alguien se ha ganado una expulsión inmediata», dijo Jeonghan desde arriba, aparentemente sostenido por SeokMin, quien le dijo: «pon bien tus pies». Tras esto, SeungKwan vio su rostro y presionó la cadena inmediatamente, estremecido.

—Chicos —dijo Jeonghan, mirándolos—, ¿creen que debamos?

—No es tan importante —respondió SeokMin.

—Si SeungKwan se va, no habrá a quien molestar —dijo Chan con un sobreactuado tono de delirio.

—Bueno —saltó para regresar a tierra firme—, pero hay que hacer algo con esto que descubrimos. ¿Cómo se enterarían todos de que Boo SeungKwan se masturba en los vestidores?

—No será divertido que más gente lo sepa —dijo SeokMin—. Debemos hacerlo únicamente para nosotros.

Otro silencio se produjo, para alargarse hasta escuchar sus pasos yéndose del lugar. SeungKwan se aseguró de no escuchar nada ni nadie por otro medio minuto. Luego, abrió la puerta pavoroso, agarró sus cosas. Seguía con miedo, no solo por ser encontrado masturbándose, sinó por la probabilidad de que esa noticia se difunda, y conociendo a Jeonghan, SeokMin y Chan, eran capaces de eso y más.

Sin embargo, tenía que irse y tratar de aliviar el susto que persiste. Cruzó la salida de los vestidores, pero alguien lo agarró por detrás y lo tiró al suelo. Viendo todo boca arriba, con un fuerte dolor, supo que se trataba de Chan. «Lo tengo», dijo hacia afuera, de donde se devolvieron Jeonghan y SeokMin.

—Miren esto —dijo Jeonghan, sonriendo con maldad en cada comisura.

—Veré si hay otro poco —les dijo SeokMin mientras iba al baño.

SeungKwan intentó levantarse, pero Chan puso su pie sobre su estómago y se agachó para aplastarlo con sus piernas.

—¡Oh, creo que hay una gota en el borde de la taza!

—¿En serio? —preguntó Jeonghan, riendo mientras se acercaba—. ¡Pero qué depravado es ese tanque!

—¿Qué sé siente ser descubierto mientras te masturbas? —le preguntó Chan—. Eres un pervertido.

—Estoy seguro que lo hace seguido —dijo Jeonghan, regresando con el botado—. ¿Creen que se encierre con Hansol y lo hagan en ese lugar?

—No seas asqueroso —responde SeokMin mientras también se regresa—. Esos dos no lo harían en un lugar limpio. Son tan sucios que un callejón les queda mejor.

Los tres se rieron, en especial Chan, quien acentúa sus carcajadas para incomodar aún más a SeungKwan, mismo que se estaba quejando con la boca cerrada por el dolor.

I've Always Loved U • VerkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora