Ambos equipos pasaron a los penales; cada uno tenía cinco posibilidades, pero quién consiga la mayoría de goles o mínimo tres más sobre el oponente, ganará y pasará al siguiente enfrentamiento dentro de una semana. No obstante, esa fecha queda a tres días del Suneung y SeungKwan se prometió pasar toda la última semana estudiando, incluyendo el día del partido.
Ambos equipos llevan dos victorias y una pérdida. Era turno del equipo contrario y lastimosamente anotan el tercer gol, quedando solo uno para empatar o ganar de manera definitiva. Ahora era el turno de MinGyu, y todo el público ponía fe en sus piernas. De por sí él tenía cierta popularidad por su personalidad y atractivo, pero SeungKwan no imaginó que la gente lo admiraba tanto dentro de la cancha, más aún cuando anota y obtiene la mayor ovación durante todo el partido.
Solo queda una oportunidad para cada grupo, y el rival pierde la llave de la victoria por una exitosa atajada del arquero. Todo estaba escrito para que Hansol anotara el gol que los llevará a la segunda ronda. Él se ubica en el lugar indicado por el árbitro, calienta sus piernas y el silbido retumba en todos los oídos. Hansol arranca, patea la pelota y anota el gol que los coronó como ganadores de la primera ronda. El público se manifiesta, sacude los asientos y el viento lo sabe y sopla con más fuerza, y el cielo se aclara en pleno otoño y tanto chicos como chicas entregan sus enloquecidos gritos.
—¡ANOTÓ, HANSOL ANOTÓ EL GOL! —le grita Chan, igual o más entusiasmada que los demás.
—Sí... —demasiado asombrado y afanado como para responder con la misma alegría.
—¡Ahí viene Hansol! —apuntó al goleador que saluda al público y pausa en frente de SeungKwan.
—Sí —sonríe con nervios cuando ve la sonrisa de Hansol—, lo veo —sus mejillas se enrojecen—, lo veo.
Hansol no siguió caminando por las filas del público y se regresó al centro para celebrar con su entrenador y el equipo, además de recibir las felicitaciones del equipo perdedor.
La mayoría de los asistentes habían dejado el recinto, y muy pocos esperaban fuera de los camerinos. SeungKwan no se quería hacer notar y esperó sentado en una de las bancas del patio, a minutos de que la escuela cierre sus puertas. Pensó en marcharse, ya que ningún jugador salía por la puerta del pasillo para dirigirse a la salida, pero como lo estaba deseando se cumple. Poco a poco salen en grupos de tres o cuatro, y en uno de esos sale Hansol, quien mira a SeungKwan y lo primero que hace es despedirse de sus compañeros. Camina hasta detenerse a pocos metros, haciendo que SeungKwan se levante y acorte la distancia.
—Felicidades —dijo con cierta vergüenza.
—Gracias a ti por venir a apoyarnos.
—Sabías que lo haría. No debes agradecerme por nada.
—Creo que verte, saber que estabas ahí, me ayudó mucho.
—Solo exageras.
—A veces hay que hacerlo para hacer sonreír a otra persona.
Ambos bajan la mirada, pero SeungKwan puede ver los pies de Hansol cada vez más cerca de los suyos. Levanta su mirada nuevamente, teniendo a Hansol mirándolo como si fuera un recuerdo personificado muy preciado.
—¿Qué harás ahora? —preguntó Hansol un tanto cansado.
—¿Ahora? —dijo irónicamente, ya que estaba enterado de la fiesta en casa de SeokMin—. ¿Qué se supone que debería hacer? Nada, y estudiar un poco para el Suneung. ¿Tienes algún plan?
—No, también iré a estudiar.
—Oh... Me parece muy bien.
—No suenas muy convencido.
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I've Always Loved U • Verkwan
FanficPareciera que la vida siempre contradice sus objetivos, sus deseos, y que las pasiones las ha de mantener en secreto. La inseguridad en sí mismo lo ha llevado a cruzar ciertos extremos que detiene a tiempo, pero no logra sostener sus penas por mucho...