doce:

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Pasó el día de espera, y eso significa estar con MinGyu en la habitación de Hansol. Este fue por algo para merendar a la tienda, mientras el extraño y el acechador se quedaron recapitulando silenciosamente lo que abarcaría el examen, y ahora ambos tenían silla. «Tus apuntes siempre me han parecido lindos», opinó MinGyu inesperadamente, con más confianza que en otras ocasiones.

—Pues... ya los habías visto —responde con un poco de violencia, pero era eso o mostrarse enteramente fascinado por una opinión.

—Sí, lo sé, pero nunca te lo he dicho.

—¿Por qué?

—Pensé que ya lo sabías.

—Sí, lo sé muy bien.

—Oh...

—¿Por dónde quieres empezar?

—¿Hablas de matemáticas?

—Sí, para eso estamos acá.

—Sí, sí, lo entiendo... ¿Qué te parece el cómo resolver la potencia de una raíz?

—¿Eso? Es lo más sencillo de todo.

—Podemos empezar por lo sencillo... Ya debes asumir que no sé nada de lo que entrará en el examen.

—¿Cómo puedes no saber nada? Lograste hacer uno de los ejercicios correctamente cuando el maestro lo pidió.

—Fue suerte.

Cuando se les acabó la soledad, Seungkwan se tomó seriamente su labor como maestro/estudiante. Para su propia sorpresa, MinGyu absorbía bastante bien el contenido, entendía de manera breve sobre cómo simplificar una raíz con potencia y podía responder dudas ajenas como lo haría alguien que sabe del contexto.

Luego de la merienda y despedirse de MinGyu, quien aseguraba sentirse el doble de preparado que antes, Hansol inició: «¿Por qué tratas mal a MinGyu?». A medida que avanzaba, SeungKwan entendía que se refería a sus indolentes y para nada requeridas respuestas a cualquier elogio minúsculo que MinGyu le hiciera. También supo que MinGyu se lo había comentado a Hansol como una pequeña desilusión.

—Tal vez lo malinterpretó —dijo luego de escuchar la larga charla—. Yo no lo he tratado mal.

—Eso no es lo que él aseguró. Déjame decirte que, si fuese yo quien hubiera recibido esos comentarios, también me sentiría atacado.

—¡Claro que no! Tú ya sabrías que estoy de malhumor y ya.

—¿Has estado de malhumor únicamente con MinGyu? Eso es extraño, principalmente porque te mostrabas muy feliz cuando hablabas de él y de cómo te hacía compañía cuando me suspendieron.

—Soy un ser humano, Hansol. ¿No puedes asumir que se habrá tomado mal mi actitud normal y ya?

—¿Tu "actitud normal"? No sabía qué responder tan ofuscado a cualquier comentario, incluso si es positivo, fuese algo normal en ti.

—Dejemos esto de lado de una vez. No sacarás nada extraño de mí, simplemente que no soy alegre todo el maldito tiempo.

—Aún así, fue muy extraño el cómo trataste a MinGyu.

—Ya te pareces a su abogado o algo que tanto lo defiendes.

—Uy, se enojó.

—¡Sí, me enojé!

Hansol quiso reparar el momento, contándole que poco a poco sacaba más información sobre el inexplicable interés de MinGyu, pero SeungKwan mandó a la cama a sus tímpanos, y sólo levantó los hombros en señal de desinterés.

I've Always Loved U • VerkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora