𝙳𝚘𝚜

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Narra Quiron.

A pesar de haber entrenado a miles de héroes, nunca me había tocado criar uno y ahora lo único que veo es orgullo ante La Niña que creí y me llama papá, estaba peleando toda la cabaña de Ares contra ella, ella los estaba venciendo demasiado rápido, defendía y atacaba como una maquina de guerra.

Sonreí con nostalgia ante lo que veía, ella había crecido 10 años tenía ahora y había endurecido, las burlas siguieron después del accidente de los esqueletos, la molestaban y cuando ella se defendía con su don huían aterrados. Incluso la comenzaron a llamar "hija del infierno" "princesa de la muerte" " protegida del Hades".
Las risas que siempre expresaba se apagaron para el público, solo quedó algo que ella y yo compartimos que es cuando sonríe, cuando está con los demás los apodos que le dieron le quedan como anillo al dedo, su mirada es malvada.
En un último movimiento de muñeca su espada quedó en el cuello del hijo de Ares.

—Muy bien cabaña de ares, descanses.

Adaliah camino hacia a mi y vi como un chico de la casa de ares chocaba con ella su hombro, Adaliah no hizo nada, pero chasqueo los dedos y su cuerpo quedó casi sepultado en la tierra, mi hija dio una sonrisa engreída.

—Sácalo de ahí jovencita.

—¿Por que se ve mucho mejor ahí?

—Ahora o te castigo.

Ella de mala gana volvió a chasquear sus dedos y el chico salió disparado hacia donde sus hermanos.

—Adarah hija mía debes aprender a controlarte, saber la potencia de tu don pero no sobrepasarte.

—si sobrepasó ¿que podría pasar?

—Tu don sería tu maldición hija.—le coloqué la mano en el hombro y ella me vio.—vamos a ver cómo están esos dones.

Empezamos a caminar hacia el bosque, un lugar en donde ella podía practicar sus dones, ya que era la única aparte de las hijas de Demeter con un don.

—¿Por que me temen?—me pregunto.

—La gente le teme a la muerte, eso es algo que tú irradias.

—¿Le temes a la muerte papá?

—No Dalia, mi misión esta en entrenar a jóvenes como tú, y lo haré hasta que ya no existan héroes que entrenar.

—¿Tu me temes papá?

—No, porque yo se quien es la verdadera Adaliah.

***

Llegamos a la parte del bosque donde permito que Dalia use su don todo lo que quiera.

—¿Está lista?—le pregunté.

—Si.

Ella comenzó a caminar y mientras lo hacía las sombras se arremolinaban a su alrededor, ella movía su muñeca y las sombras tomaron formas de hombres dispuestos a atar, eran 5 que la rodeaban en un círculo.

—Ordénales que ataquen.

Ella lo hizo y las sombras comenzaron a pelear entre ellas. Adaliah tocó el suelo que comenzó a romperse y salieron esqueletos y fantasmas que comenzaron a pelear con la sombra.

—Muy bien, ahora trata de invocar el fuego del infierno.

Ella hizo un movimiento con sus manos y una columna de fuego salió disparada y rodeó en un círculo que me obligó a correrme.

—Controla el Fuego, el no te puede controlar a ti.

Vi su frente estaba sudando, hizo un movimiento más con tu mano y el fuego tomó forma de una línea recta, ella manejó el fuego haciendo que quemara a todos y cada uno de las cosas que invocó, cuando terminó el fuego se deshizo y ella cayó de rodillas y sudando.

Me acerqué a ella y le ofrecí bebida de los dioses.

—Por fin alcance hasta el fuego.

—Muy bien hija,muy bien.

Una Slyterin muy diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora