Dos mundos que se unen, semidioses y magos. Adaliah Edwards es una de ella, hija de Tánatos dios de la muerte pacífica entre otras cosas.
La madre de Adalih falleció en la primera guerra mágica dejando a una pequeña bebé de dos años de edad, casi t...
Estaba afuera de la casa Weasley, sentí que apenas tocará esa puerta, se crearía el apocalipsis. Tome aire y a toque la puerta esperando que me abriera. La que me abrió fue el hijo menor...no recuerdo su nombre, se que lo llaman como si fuera un licor.
—Si soy yo.—le respondí con el mismo desdén que el lo hizo.—¿puedo pasar?
—Deja entrar a la serpiente ron.
El me dejó pasar, cuando pase al lado de Percy le digo.
—Puede que sea una serpiente, pero soy más poderosa que tú...incluso más lista, y no soy un león, si no una serpiente rastrera. Permiso.
Entre a la casa y me quede a un lado, cuando bajaron los gemelos.
—Adaliah.—me saludaron ambos bajando las escaleras.—Ya hacías falta.—estos hablan muy extraño.
—Fotocopias, emocionados por su primer año en Hogwarts.
—Si, por supuesto que estamos emocionados.—dinero a la vez.
—No hagan eso.
—Y dinos, en que casa quedaste?—me preguntó el que distinguí por George.
—Quede en Slytherin.
—¿Es cierto lo que dicen, que en su sala común hace mucho frió?—pregunto Fred.
—Algunas veces, tenemos una buena chimenea.—Vi a ambos a los ojos.—¿No me odian por haber quedado en Slytherin?
—No.
—Para nada.
—Nos agradas.
—Charlie y bill dicen.
—No importa la casa, solo el mago.—dijeron los gemelos después de ir turnándose la conversación.
—Son buenos chicos gemelos.
***
Estaba afuera de la casa Weasley después de ubicarme, al parecer me quedaría en la habitación que pertenecía a Bill y Charlie ya que, bill está en Egipto y Charlie se va hoy.y parece que los señores Weasley no quieren que su niña esté con una Slytherin, que tontos.
Oreo estaba en mi pierna, caminaba de arriba a abajo, mientras en mi mano yo lanzaba y atrapaba mi daga.
—Igual que hace un año.
Distinguí su voz, era Charlie. No tenía porque atacarlo.
—¿Entonces quieres que te vuelva a lanzar esta daga?—dije viéndolo.
El se rió y se sentó a mi lado, le ofreció la mano a Oreo, el lo vio y se montó en su mano.
—Al menos ya no me atacas con tus dagas.
—Siéntete importante.—mire a oreo.—No vamos a tener custodia compartida con Oreo.
—Como no.—el se rió.—yo creí que sería mío cada 6 meses.
—Olvídalo.
Inevitable ambos reímos.
—¿Ya te vas?—le pregunté.
—Si, me tenía que despedir de ti, no se cuando volveré.
—Entiendo, al menos escríbeme para contarme como es trabajar con dragones.
—Claro que lo haré, eres la única que comparte mi amor por los dragones, sin contar a Hadrig.
—Es cierto, buena suerte Charlie Weasley.
—Gracias Adaliah Edwards.
Charlie me abrazo y yo se lo devolví, mientras oreo volvía a mi hombro.
***
Estaba con mariana en el tren, ambas teníamos nuestros uniformes.
—Los gemelos son muy divertidos.
—Son bromistas, demasiado le sacan muchas canas a su padre.
Una lechuza tocó la ventana, así que la abrimos y la dejamos entrar.
—¿la conoces?—pregunta Mariana.
—No.—Le quite la carta, estaba en griego y era para mi.— es para mi.
Hola dalia Te escribo aquí desde Rumania, la carta está en griego para que la puedas entender mejor, Rumania en los mejor que me pudo pasar, aprendo tanto sobre los dragones y es tan divertido, Ya me hice un montón de amigos dragones, y mis maestros son los mejores, mira estas fotos.
Nos vemos dalia
Tú amigo...
Charlie Weasley
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