Una Slyterin muy diferente

𝚂𝚎𝚝𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚜𝚒𝚎𝚝𝚎

Narra Charlie.

El cielo estaba sombrío y nublado, reflejando el estado de ánimo pesaroso que colgaba en el aire. En el funeral de mi hermano Fred Weasley, el hermano que había llenado de risas y travesuras los pasillos de Hogwarts, el cementerio estaba lleno de caras conocidas y rostros sombríos.

Mi familia los Weasley, estábamos con miradas apesadumbradas, estamos reunidos en torno al féretro, cada uno de nosotros sosteniendo un ramo de flores vibrantes en contraste con el día gris. Estaba apoyado en Adaliah, sostenía con firmeza la mano de mi pequeño hijo, que ajeno a todo estaba dormido en los brazos de mi esposa, aunque estoy seguro que el siente el deje de tristeza en el aire.

Las palabras del oficiante resonaron en el aire, recordando los momentos llenos de alegría que Fred había compartido con todos nosotros, no cabía duda que el que más sufría era mi hermano George, todos perdimos a nuestros hermano pero el perdió a su gemelo, su mejor amigo.

A medida que el féretro descendía en la tierra, las lágrimas caían y los corazones pesaban, pero también sabia que el espíritu juguetón y la sonrisa inquebrantable de Fred siempre estarían presentes en sus recuerdos y que siempre lo podríamos ver en George.

Solloce con fuerza, cuando vi que el féretro era cubierto de tierra, mi esposa me abrazo cómo pudo con nuestro hijo dormido. Me apoye en mi esposa, mientras veíamos el ataúd de Fred descender lentamente a la tierra.

—Siempre recordaré las travesuras que hacía con George—murmure con la voz quebrada.—Parecía que nunca habría un momento aburrido con él cerca.

Adaliah asintió con cariño, mirando a nuestro pequeño hijo.

—Fred dejó un legado de risas y alegría. Aunque ya no esté físicamente con nosotros, su espíritu vivirá en cada sonrisa que compartamos y en cada recuerdo que guardemos en nuestros corazones.

le sonreí tristemente a Adaliah, agradecido por su comprensión y apoyo.

—Gracias por estar aquí conmigo, Adaliah. Significa mucho tener a alguien en quien apoyarme en momentos como este y quien mejor que a mi esposa y mi hijo, aunque esté dormido.—Dije sacando una sonrisa, tratando de animarme.

Ella apretó mi mano con más fuerza.

—Siempre estaré aquí para ti, Charlie. Somos una familia, y juntos superaremos esto.

Me mantuve junto a Adaliah en un silencio compartido mientras observábamos el ataúd de Fred ser cubierto por las últimas palas de tierra que faltaban.

Las lágrimas brillaban en mis ojos.

Adaliah pasó su brazo alrededor de mis hombros, ofreciéndome un apoyo silencioso pero reconfortante.

—Fred era realmente especial.—murmuró ella, rompiendo el silencio con su voz suave en mi oído.—Sus bromas y su alegría eran contagiosas. Siempre encontraba una manera de hacer reír a todos y a veces me sacaban de quicio, sobre todo cuando se juntaba con George, es decir siempre

Asentí, mientras apretaba mi mandíbula y luchaba por controlar mis emociones

—Es difícil imaginar un mundo sin él. Siempre pensé que estaríamos juntos para siempre, causando estragos y compartiendo risas, y ahora que comencé a tener hijos me imaginé con mis seis hermanos y nuestros hijos todos juntos

—Los recuerdos nunca desaparecerán", respondió Adaliah, su mirada fija en la tumba.—Cada vez que pensemos en Fred, lo recordaremos tal como era: valiente, amable y lleno de vida.

Volví a ver a mi esposa.

—Aprecio mucho que estés aquí conmigo. No sé cómo habría sobrellevado esto sin ti.

Ella me sonrió cálidamente.

—Somos una familia, Charlie. Estoy aquí para apoyarte en cada paso del camino, incluso en los más difíciles.

Mire a mi esposa  con un destello de determinación en mis ojos vidriosos.

—Quiero que Lucien sea un bromista como Fred, alguien que lleve su espíritu de travesura adelante. Sería una forma hermosa de recordarlo siempre.

Adaliah soltó una risa suave, aunque también había un rastro de preocupación en su mirada.

—Oh, estoy segura de que heredará un poco de esa chispa traviesa. Pero prepárate para un sinfín de travesuras y risas interminables. Y recuerda, es hijo de una semidiosa, así que ¿quién sabe qué travesuras mágicas podría traer consigo? Lucien tiene un poco de sangre semidivina corriendo por sus venas, lo que podría significar algunas sorpresas mágicas en el futuro.

—bueno, si Lucien hereda un poco de esa magia, seguro que tendremos muchas más aventuras en nuestras manos.—Le dije.

Adaliah asintió, riendo suavemente.

—Definitivamente, estaremos preparados para cualquier cosa que venga. Y quién sabe, tal vez Lucien combine la travesura de los Weasley con un poco de magia divina. ¡Eso sería toda una combinación!

Nuestras risas llenaron el aire, me sentí agradecido de tener una esposa como Adaliah.