𝚃𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚌𝚒𝚗𝚌𝚘

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Narra Adaliah.

El maldito baile llego y estoy muy nerviosa, no solo seria la pareja de alguien que no es estudiante de Hogwarts, si no que sería la pareja del chico que me gusta. Eso no le pasa a cualquiera.

Yo no sabía organizarme, nunca lo hago. Pero quería verme bien para Charlie.

—Por favor, no me hagas ver como un payaso.—le pedí a Mariana antes de acercar la brocha a mi cara.

—Tu tranquila, te haré parecer una diosa completa y no semi.—dijo.

—Ya te dije que no me compares con dioses, no quiero morir o convertida en algo.—le dije.

—Está bien, se me olvida. Pero es casi imposible no hacer comentarios así cuando tú mejor amiga es una semidiosa.

—Pues te vas a tener que abstener.

La conversación terminó ahí, me dejé organizar. Dejé que me maquillara a mano y que hiciera un hechizo para peinarme, ya que ella ya estaba lista, comenzó a organizarse 3 horas antes que yo.

—Ya termine.—dijo y me pasó el vestido.—Antes de que te veas, ponte el vestido.

Con su ayuda me colocó el vestido que compré en New York, era muy yo negro en su totalidad con tirantes, un escote que me resaltaba y un cinturón de diamantes, y lo acompañe con unos tacones. Los únicos que tengo.

—¿Estás lista?—pregunta mientras me lleva al espejo.

—Eso creo.—respondí con los ojos cerrados.

—Mírate.

Abrí los ojos y me sorprendí con lo que vi... Estaba hermosa, así que no me veía como una guerrera, no tenía armadura. Nunca me había visto tan hermosa.

—Me veo hermosa.

—Me veo hermosa

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Una Slyterin muy diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora