Una Slyterin muy diferente

𝙳𝚒𝚎𝚣

1 de septiembre 1989.

Narra Adaliah.

No puedo creer que dire esto, estoy jodidamente emocionada por ir a Hogwarts, había guardado mis cosas en un baúl que la escuela me había enviado con mis iniciales A. E. Aunque también llevaría mi maleta de viaje me sentía emocionada, todo estaba en su lugar, cada cosa guardada y mi uniforme se encontraba en mi mochila doblado, incluso la lechuza que mi papá Quiron me envió ayer en la noche también, se llamaba sombra, y sus plumas eran de oro, todos los Weasley se sorprendieron cuando la vieron.

—BAJEN O NOS DEJARA EL TREN.—Grito la señora Weasley

En ese momento entraron Charlie y Bill, que me saludaron y cada uno tomó mi baúl, o mi maleta. Yo me colgué mi mochila y por último tome la jaula de mi lechuza y baje detrás de ellos.
Vi en la sala a Percy ya portando su uniforme, los gemelos estaban a su lado, Ronald estaba al lado de Charlie cuando dejó mi baúl, y Arthur cargaba a Ginny. Mientras la señora Weasley gritaba órdenes.

—Adaliah toma la mano de Charlie o Bill, nosotros apareceremos en la estación.

Yo no quería tocar a nadie, así que Charlie se acercó a mi y me tomó de la mano, y así todo el mundo tomó la mano de alguien mientras entre todos teníamos equipajes, y sentí lo mismo que la primera vez que hice eso con Dumbledore, definitivamente prefiero mi viaje sombra.

—Ya puedes abrir los ojos.—Me dijo Charlie

Yo lo hice y aparecí en una estación de trenes, Charlie tomó dos carros y el junto con Bill me ayudaron a subir mis cosas en el carrito.

Debo reconocer que fue muy tierno lo que hicieron ambos, ya que nunca me había tocado que personas me ayudaran tanto. Por lo general la gente no me ayudaba por medio, preferían huir antes que ayudarme.

—Gracias.—Les dije viéndolos

Así comencé a arrastrar el carro, detrás de los hermanos Weasley. Caminamos y yo solo veía a personas con equipajes normales, y yo estoy como una tonta tratando de ver donde carajo esta la plataforma 9 y 3\4.

—Oye Charlie.—lo llame, ya que debo admitirlo es el único con el que me siento cómoda hablando.

—Dime Dalia.

—¿Donde está la plataforma?

El sonrió, de nuevo y su sonrisa cada 2 por 3.

—Ahí, en donde están los números 9 y 10.

El señaló y yo trate de leer, pero creen que entendí. Yo solo asentí, y llegamos a las plataformas que supongo que el dijo.

—Bueno mira Adaliah.—Me dijo esta vez Bill.—solo debes atravesar el muro.

—¿Quieres que me estrelle contra esa pared?

El y su hermano Charlie rieron.

—Tranquila, no pasará eso. Mira a Percy.—me dijo Charlie.

Y vi como Percy acompañado de los gemelos caminaron al muro y lo pasaron como si nada, yo solo lo vi sorprendida.

—iré yo y luego pasa con Bill. Te esperare del otro lado.—me dijo.

Su hermano ron se sujetó del carro y ambos pasaron.

—¿Estás lista Dalia?—me dijo Bill.

—No, pero para las cosas que ke suceden nunca lo estoy, así que no pierdo nada.

Dije y sin esperarlo empecé a caminar hacia el muro, apenas llegue a la pared cerré los ojos, los abrí cuando sentí que la había pasado y me sentí en un lugar seguro, lleno de oscuridad, pero lastimosamente debía salir de ahí. En el otro lado estaban los demás Weasley.

***.

Ya estaba en el tren, mi equipaje se había guardado y yo estaba solo con mi mochila, los Weasley se estaban despidiendo, yo solo les agradecí y entre. Encontré un vagón vacío en donde me quede esperando que nadie llegara.
Vi como salimos de la estación, y las familias se despedían de sus hijos, incluso vi a los Weasley. Veía por la ventana, hasta que oigo risas del pasillo, giro un momento la cabeza y le encuentro a Charlie con una chica con el cabello rosa. Charlie me ve y sonríe, sin pedir permiso entra con la chica.

—Dalila, te presento a nymphadora tonks es mi mejor amiga, también está en último año.—luego vio a la chica.—Tonks ella es Adaliah Edwards, viene de America y se estaba quedando en mi casa y entrara a primero.

—Hola.

Me dijo con una sonrisa y su pelo cambio de color.

—Hola, me gusta tu pelo..—le dije muy sincera.

—Gracias soy metamorfomaga, puedo cambiar mi apariencia a voluntad.—dijo y su nariz se convirtió en el pico de un gallo, no lo pude evitar y reí, era la primera vez que veía algo así.

—Perdón por reírme, nunca vi algo así y eso que veo cosas raras.

—Me agradas.—me sonrió.—un consejo deberías ir a ponerte el uniforme, cuando estemos por llegar será más complicado, mucha más gente.

—Gracias.

—¿No irás con los demás niños de primero?—me pregunto Charlie.

—No, me gusta estar sola.

—Como quieras, si algo estamos al final en la parte de los prefectos, búscanos si necesitas algo.

—No prometo nada.

Le dije y el sonrió y se fue, yo me quede viendo el paisaje y decidí tomar el consejo de Tonks y me colocaré el uniforme a esperar la llegada a la escuela.

Esta vez los dioses estaban de mi lado, nadie llegó a mi compartimentó