Una Slyterin muy diferente

𝙲𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚍𝚘𝚜

Narra Adaliah.

Sabia donde estaba, no era la primera vez que estaba aquí, pero esta vez era diferente.

Estaba acostada en un campo verde, rodeado de flores, toque m cadera, mi espada no estaba, me asuste cuando vi mi ropa, tenia un vestido griego

—Mierda.

No tenia mi espada, tenia vestido blanco y corona de laurel.

—Estoy en los elíseos.—Toque mi cuello, el collar de charlie.—Estoy muerta.

—Aun no, no del todo.

Me levante del piso y darte de tomar una espada que no tenia, malditas reglas. Frente a mi se encontraba una mujer de piel blanca, cabello castaño y ojos azules, ella no tenia vestido griego, así que no era un mestiza, pero sentía sienta conexión con ella.

—Te conozco?

—Claro que lo haces, solo que no me recuerdas—Se trato de acercar a mi, yo me aleje—Tan grande y tan hermosa, mi pequeña guerrera.

—No se quien eres.

Ella estiro la mano.

—Eres la reina de los fantasmas, descubre quien soy.

Había olvidado por completo eso, es cierto yo soy la reina, sujete su mano y vi toda su vida. Estudiante de hogwarts Slytherin, llena de amigos y llena de vida, familia sangre pura. Luego lo vi. Era mi padre.

Tanatos con ella, tomados de la mano, besándose y por ultimo, ella con un bebé, Yo era esa. ella besaba mi cabeza y me arrullaba, yo lloraba hasta que las frías manos de la muerte me sujetaron.

Era de noche, yo estaba en una cuna, cuandounos hombres entraron y la mataron, su juicio y por ultimo su nombre.

Elizabeth Edwards.

—Mamá,

Dije y ella asintió mientras lloraba y me abrazaba, yo no sabia que hacer. nunca había podido hablar con ella, Hades y padre me tenían prohibido invocar su alma. yo también la abrace, necesitaba de eso, necesitaba de mi madre.

—Mi pequeña Adaliah, como estas de grande y hermosa, lamento tanto haberte dejado mi niña.

—tranquila, me divertí en el campamento.

Ella se sentó y lo hice con ella.

—Estoy muerta?—Le pregunte a ella, me pregunte a mi.—Por que no fui juzgada?

—Por que un no es tu hora hija, estas aquí un breve periodo de tiempo, pero volverás al mundo humano, pero mientras te quedaras aquí.

—Entiendo, como sabias que estaría aquí?

—Supongo que era mi misión por fin conocer a mi hija.—Ella me toco la mejilla.—Se lo que hiciste, es tu novio?, el chico por el que recibiste al monstruo.

—Si, lo es.

—Como se llama?—Me pregunto.

—Charlie Weasley.

Ella sonrió.

—conocía a sus padres, hombres extraordinarios, aunque me odiaban por ser una slytherin, pero no lo hacían con mi madre, ella era una ravenclaw nata.

Yo sonreí a lo que ella me contaba.

—Si ya e di cuenta de eso, digamos que no les caigo muy bien, pero alguna de sus hijos me quieren, aparte de charlie claro.

—Tu lo amas?—Me pregunto.

—Lo hago, mucho en realidad, tanto que recibí una puñalada por el.

—El la esta pasando mal en este momento, al igual que tu amiga.—Ella se levanto y yo hice lo mismo.—Tienes aun mucho que vivir con el, debes volver.

—Pero aun no te conozco?—Dije sin querer irme.

—Cuando llegue tu momento después de que crees tu familia con ese chico, estaré aquí para que me conozcas todo lo que quieras. Te amo hija.

Sin poder decir nada, comencé a caer, hasta que vi una luz y me acerque a ella.

•••••

Abri los ojos con pesadez, todo estaba oscuro a mi alrededor y me dolía el cuerpo, tenia una mano libre así que la trate de mover, pero tenia una aguja, intente mover mi otra mano pero tenia un peso encima.

trate de enfocar mi vista, hasta que vi la cabellera de charlie, moví mi cabeza, mi padre dormir a un lado en su silla de ruedas, vi lentamente y Mariana estaba durmiendo a un lado de mi cama, los gemelos y creo que es bill dormían al frente de mi cama.

intente moverme, pero sol un gemido de dolor tan fuerte que desperté a Charlie, Mariana y papá.

Apenas me vieron con los ojos abiertos, sonrieron y se acercaron a mi, charlie tomo mi cara y me beso, mientras tomaba mi mandíbula.

—Nunca en la vida vuelvas a recibir nada por mi.—Vi sus ojos, quería llorar—Si no fuera por Mariana que uso hechizos curativos hubieras muerto, no tenias pulso...te perdía. y no quiero perderte.

—No lo harás, pero tenia que salvarte.

—No quiero que me salves, si eso te puede matar.—me tomo de las mejillas.—Entiende Adaliah si tu me faltas, yo no soy nadie.

Yo sonreí y trate de acomodarme con mucho dolor. ellos me ayudaron y así también despertaron los demás.

—Cuanto estaré así.—le pregunte a mi padre.

—Tal vez una o dos semanas, con ambrosía y recatar, ya que casi mueres hija, temas veneno en la herida y es de lado a lado, lo bueno es que le importas a muchas personas para que te ayuden.

dijo viendo a todos los que estaban en mi cuarto y ellos asintieron.

Yo recoste mi cabeza en la almohada y solte un suspiro cerrando mis ojos.

—Estas bien sombrillas?

—Lo estaré, gracias rubia por salvarme.—La vi y le sonreí, luego vi a charlie.—Estoy cansada.

el se volvió a sentar en el suelo y acaricio mi cabello, haciendo que cierre los ojos de nuevo, y gracias a sus caricias cae dormida.