𝙲𝚞𝚊𝚛𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚜𝚎𝚒𝚜

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Narra Bill.

Estaba muy nervioso, después de haber estado con Charlie había decidido a terminar de pasar mis vacaciones en la madriguera, pasaron muchas cosas, me uní a la orden del fénix eso es fantástico, también es fantástico la carta de Charlie diciéndome que Adaliah y ella son novios, lo cual me alegro mucho, Charlie esta muy enamorado de ella y a Adaliah se le nota lo tragada que está por Charlie.

Pero la razón de mis nervios, es que mamá quería que todos los Weasley, junto a Harry y Hermione que mis padres los están cuidados, fuéramos a visitar a Charlie. Que es el problema, mamá no sabe lo de Charlie y Adaliah, mucho menos saben que Adaliah lleva casi dos se,amas en la casa de mi hermano.

—¿mamá, estás segura que Charlie está de acuerdo en que vengamos?—le pregunté cuando todos salimos de las chimeneas.

—Es una sorpresa, ahora vamos su hermano ya debió de haber llegado del trabajo.

Era cierto, Charlie salía del trabajo a las 6, eran las 7:30, cuando lleguemos a la casa lo más probable es que sean las 8.

—¿Mamá, tal vez Charlie está muy ocupado para recibirnos?—dije tratando de salvar a mi hermano menor.

Mi mamá se volteo a verme.

—¿William le estas ocultando algo a tu hermano?—mi madre estaba enojada.—¿Sl hizo algo?

Yo solo negué y seguí caminando junto a todos, yo iba un poco más detrás para hacer tiempo, pero fue Hermione la que me habló.

—¿Charlie está con ella?—pregunto.

—¿De que hablas?—dije viéndola.

—Está con Adaliah, por eso es que no volvió con los Weasley...bueno está con un Weasley.

Yo la mire sorprendido.

—¿Como lo sabes?

Ella se sonrojó

—Soy muy observadora, en el mundial Charlie tenía un collar de dragón, después del baile al cual fueron juntos, la que tenía el collar era Adaliah y la lechuza de Charlie se veía muy seguido en la mesa de Slytherin.

Yo la mire muy sorprendido, nuestra conversación se terminó ya que habíamos llegado, fue mi padre quien tocó el timbre y nos quedamos esperando en silencio unos momentos, nadie abrió. ¿Que raro?

—Mamá parece que Charlie no está.—dijo Ron.—Volvamos a casa.

—Para nada Ron, lo esperaremos adentro.

Ella abrió la puerta con su varita. Debo decirle a Charlie que le coloqué hechizos a su casa.
Apenas entramos a la sala lo primero que vi fue dos pares de camisa, una de mujer y otra de hombre, un cinturón de cuero y un ¿sostén?

—Mamá mejor vámonos.—dijo uno de los gemelos.

Y se escucharon...gemidos, de mujer. Gemidos de Adaliah.
Gruñidos de hombre... gruñidos de Charlie.

Ohh mierda, no pudimos llegar en peor momento.

Creo que mamá estuvo a punto de ceder, pero se detuvo cuando un gemido femenino suave grito a los cuatro vientos el nombre de mi hermano. Mientras el no pudo haber dicho algo peor.

—MIERDA ADALIAH.

Ese nombre, tuvo que haber mencionado a Adaliah, bueno no lo culpo el no sabía que vendríamos, pero soltó un gruñido tan animal y lleno de placer, creo que llegamos en pleno acto sexual. ¿Quien dominará? ¿Charlie será el pasivo o el activo?

Hubiera seguido pensando cosas así de mi hermano pequeño, pero mi madre estaba igual que roja como su cabello, y comenzó a avanzar por la casa como una loca, diciendo que no podía ser esa Adaliah.

Una Slyterin muy diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora