𝙲𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊

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Narra Adaliah.

Charlie y yo estábamos en el cuarto que compartíamos, sus padres no estuvieron de acuerdo. Pero la falta de habitaciones y que Sirius el dueño de la casa, nos permitió dormir juntos a ellos les tocó quedarse callados.

—¿En que piensas?—Me pregunto Charlie, que me tenia abrazada en la cama.

—En todo.—le respondí sin verlo.

—¿Que es todo?

Me separé de él y lo vi a los ojos.

—Pienso en que es mi último año de Hogwarts, debo empezar a enviar cartas para que me acepten en donde tengo pensado seguir estudiando. También pienso en el campamento, nos han atacado mucho más estos días y nuestra barrera esta débil.—tome su mano y comencé a jugar con sus dedos y el se dejaba.—También pienso en nosotros.

—¿Que piensas de nosotros?—me dijo acariciando mi mentón.

—En que soy muy feliz a tu lado, pero la felicidad de un héroe no dura para siempre y...no quiero que esto termine, ya que si esto termina, nunca volvería a ser tan feliz como lo soy ahora.—le dije viéndolo a los ojos.—Se que no soy mucho de palabras cursis, o cualquier cosa asi como lo eres tú conmigo, pero te amo Charlie.

Charlie me sujeto de las mejillas y me beso, me beso con ternura y amor y así me recostó en la cama, el quedando encima de mi, cuando nos separamos el junto nuestras frentes.

—Te amo tanto Adaliah, y no quiero que pienses nada de eso, tú siempre serás feliz, tú no sufrirás.

No pude hablar, ya que el número 13 tembló, ambos nos levantamos de la cama rápido y nos acercamos a la ventana, vimos un grupo de mortifagos tratando de entrar al cuartel.

—Vamos.

El me tomó de la mano y bajamos corriendo las escaleras, ya todos estaban abajo con sus varitas abajo. Vi a Dumblundore y le pregunté.

—Profesor, ¿que hacemos?

El me vio.

—Haremos lo que para una persona como tú Adaliah, haremos lo que en un héroe nunca debe hacer.

Yo sabía de que hablaba, no podía estar hablando enserio, mis principios no me lo permitirían.

—No habla enserio.—dije tratando de no aceptar.

—Tenemos que huir.—El se acercó de,adiado rápido para su edad y me tomó de los hombros.—Hablé con tu padre.

—¿Cuál de los dos?—le pregunté.

—Quiron, el hablo con los dioses, nos permitirán ir al campamento.

—Solo los hijos de dioses podemos entrar al campamento.

—Te equivocas querida, también los legados de dioses lo pueden hacer, todos aquí somos legado de Hecate, podremos entrar.—Me vio a los ojos y sentí que me penetraba.—Tu debes llevarnos Adaliah.

—¿Llevarnos a donde?—dijo Molly.

Dumblundore me soltó y los vio a todos.

—Esto se los explicaré con más calma luego, por ahora les dire que nosotros no somos los únicos seres mágicos que existe.—el em vio y me señaló.—La señorita Edwards, no solo es bruja también es una semidiosa, hija de una bruja y del dios Tánatos de la muerte pacífica, los semidioses nos mantendrán a salvo.

—Profesor....

—Ahora no señorita Granger.—El tomó mi mano.—Todos tómense las manos, señor Black usted también.

Una Slyterin muy diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora