Una Slyterin muy diferente

𝙲𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚜𝚎𝚒𝚜

Narra Charlie

Amo mi trabajo, me gusta estar en el campo de acción con los dragones, alimentarlos, sacarlos a pasear y cuidarlos cuando están enfermos. Tampoco me quejo cuando doy clase como profesor en la escuela de dragones de Rumania, me gusta ver q nuevas caras que quieren aprender sobre estas fantásticas criaturas.

Lo que no me gusta, lo que detesto son las reuniones de profesores y directorado son las cosas más aburrida del mundo.

En especial la de este día, estábamos leyendo y viendo el expedienté de las personas que desean asistir a la escuela, yo no prestaba atención a los nombres o a lo que leían, solo lo hacía cuando le osaban la carpeta del alumno.

Pero hubo algo, un nombre que llamo mi atención, un nombre que yo conozco muy bien, y que me hizo despertar apenas lo escuché.

—Adaliah Edwards.

Dijo el director y comenzó a leer la carta que ella mandó. 

Estimados miembros del comité de admisiones de la Escuela de Dragones en Rumania,

Es un honor y un placer dirigirme a ustedes a través de esta carta con el fin de expresar mi ferviente deseo de unirme a su prestigiosa institución como estudiante dragonista. Mi nombre es Adaliah Edwards y mi pasión innata por el cuidado de criaturas mágicas y la alquimia de pociones me ha impulsado a buscar esta extraordinaria oportunidad.

Desde una edad temprana, he demostrado un talento natural y un profundo amor por las criaturas mágicas. He dedicado innumerables horas a estudiar y comprender las diferentes especies, sus necesidades y comportamientos. Mi habilidad para establecer vínculos empáticos con estas criaturas me ha permitido nutrir relaciones sólidas basadas en el respeto y la confianza mutua. No solo he cuidado de dragones bebés y criaturas fantásticas, sino que también he participado en proyectos de conservación de especies mágicas en colaboración con expertos reconocidos.

Mi destreza en la preparación de pociones es otra faceta que deseo resaltar. He perfeccionado mis habilidades bajo la tutela de maestros alquimistas, creando mezclas que han demostrado ser efectivas en situaciones diversas. La precisión y la meticulosidad son las bases de mi enfoque, y estoy decidida a seguir expandiendo mi conocimiento y aplicarlo en beneficio de la comunidad dragonista.

La Escuela de Dragones en Rumania representa el pináculo de la educación en la interacción con criaturas mágicas, y estoy convencida de que su enfoque en la excelencia y la dedicación es el entorno perfecto para cultivar mis habilidades y contribuir de manera significativa. Mi compromiso con la ética, la perseverancia y el aprendizaje continuo se alinean perfectamente con los valores de su institución.

Agradezco sinceramente su consideración de mi solicitud y espero con ansias la oportunidad de unirme a la comunidad dragonista en la Escuela de Dragones en Rumania. Estoy dispuesta a demostrar mi dedicación y empeño para cumplir con los estándares más altos y contribuir de manera significativa a la misión y visión de la escuela.

Atentamente,

Adaliah Edwards

¿por que Adaliah no me dijo que se quería postular? Le pude haber ayudado, me sentía de cierta manera traicionando, ella me debería tener la confianza para contarme.

No preste atención hasta que me llegó su expediente. Yo lo abrí y no pude evitar sonreír por ver una fotografía de ella.

Nombre: Adaliah Edwards

Fecha de nacimiento: 18 de noviembre de 1978.

Lugar de nacimiento: Reino Unido.

Vive: Estados Unidos de America, Nueva York

Madre: Elizabeth Edwards, Ravenclaw (fallecida)

Padre: Quiron... Sin apellido (padre adoptivo Muggle) padre biológico no registrado.

Sangre: mestiza

Casa de Hogwarts: Slytherin.

Enfermedad: TDAH, dislexia.

Lo otro era sus calificaciones, eran buenas mucho mejores que las mías claro está.

Obviamente que haré que ella entre y todo parece estar bien ora ser admitida.

—Ella no puede entrar.—Dijo el directo.

Fui yo el que hablo

—¿Por que no? Aceptamos a personas con peores calificaciones que ella.—Dije sin dar muchos detalles que delatarán que somos algo más que amigos.

—verá maestro Weasley, por la calamidad que se está enfrentando en estos momentos en el mundo mágico, las casas de la escuela hablan demasiado. La señorita Edwards aunque tiene un perfil adecuado su casa daña cualquier solicitud.

—Pero señor, una casa no define a la alumna, aparte ella creció en America, en Nueva York. Fue viniendo a estudiar a Hogwarts que ella conoció los peligros que había.

—¿Si creció en America, que hace en la escuela de Reino Unido?—Pregubta una profesora.

—Ella nació aquí, pero cuando su madre murió se fue a America.

—¿Como sabe usted tanto de ella maestro Weasley?—Pregunto el director.

Yo trague grueso, tal vez aceptando que ella y yo éramos pareja la negarian mas pero si les digo y me hago responsable, quizás la admitan.

—La conozco, ya que ambos estamos comprometidos, somos pareja y nos vamos a casar.

El director me vio y cruzó sus manos.

—La escuela no ve el problema en que sean pareja y se vayan a casar, como sabes los que nos especializamos en los dragones siempre nos casamos con alguien de lo mismo, para entendemos, es bueno que hagas eso. Pero el problema es la reputación que están teniendo los Slytherin

—Ella es diferente se los puedo jurar.

—¿Lo haces por que es tu pareja?

—No. No lo hago director. Lo hago porque se que ella es diferente, ella me salvo la vida en navidad. Ella se sacrificó por mi, es una serpiente con valentía de León.

—Si le damos, una oportunidad tú serás responsable si hace algo como mortifaga.

—Ella no es una de ella, y si seré responsable si hace algo, cosa que no pasará.

—Muy bien

El director tomó el expediente de Adaliah y le colocó un sello que decía aceptada.

***

Ya por fin volvía a estar en casa, tenía el sobre de Adaliah yo se lo entregaría personalmente, pero ahora debía hablar con ella de porque no me dijo nada.

Del cajón tome una bolsita de Dracmas que ella me dio, ya que me enseñó a comunicarnos por mensajes iris.

Invoque un arcoíris con mi varita.

—Diosa iris permíteme ver a Adaliah Edwards