Narra Adaliah.
Me estaba terminando de organizar, hoy Charlie me llevaría a la escuela para que la conociera y me familiarizara con los salones, también me dijo Charlie que me presentara a los demás maestros.
—¿Estás lista?—me pregunto mi esposo.
—Si.
Tome mi varita y un pequeño bolso de color negro, Charlie me ofreció su mano y yo se la tome para salir de casa.
Decidimos que iríamos caminando a la escuela, así pasamos más tiempo juntos.—¿Estás nerviosa?—Me pregunto.
—Un poco, sabes que no se muy bien socializar.—Dije moviendo nuestras manos.—Y también tengo miedo de que la gente no se quiera acercar a mi, porque eres mi esposo
El me acaricio el cabello con cariño y beso mi frente.
—Tranquila, creo que por la misma razón yo no te daré clase.—Me vio a los ojos.—O eso le entendí al directo. Aunque si quieres no puedes decir que soy tu esposo.
Yo pare rápido de caminar y lo vi a los ojos, cuando dijo eso sus ojos se pudieron triste.
—Nunca podría negar que eres mi esposo, prefiero no hablar con nadie, a negar que soy la esposa del profesor Weasley.
El me tomó de la nuca y me beso con fuerza en mitad de la calle, no nos importaba las personas que nos estaban viendo.
—Está bien, yo estaré feliz de que me presumas y yo te presumiré a ti cariño.
Yo le sonreí y seguimos caminando de la mano, cuando pasamos por una tienda que tenía un lindo vestido.
Creo que me quede mucho viéndolo, que mi esposo se dio cuenta.
—¿Te gusta?—me preguntó.
—Es muy lindo.—reconocí.
—Se te vería hermoso.
—¿Tu crees?—Dije viéndolo a los ojos, mientras el asentía.—No lo se, nunca me puse un vestido, menos en el baile de navidad y en nuestra boda claro esta.
—¿Si te gustan, por que no los usas?—Me pregunto.
—En Nueva York, siempre debía estar de pantalones, tenía que correr de los monstruos si quería vivir.
El me acarició el cabello.
—Ahora puedes usarlos, siempre que quieras.
—Tal vez lo haga.
El me dio un pequeño beso en los labios, y seguimos caminando hasta que llegamos a la escuela.
Nos demoramos en entrar en lo que revisaban nuestra varitas. Ya adentro quede fascinada con todo lo que había.
Había naturaleza por todas partes, incluso había dragones bebés caminando libremente.
—Este lugar es fantástico.
Charlie me tomó de la cintura y me pegó a el.
—Me encanta que sea feliz, así te quiero siempre mi amor.
Así me beso y los besamos con amor, hasta que Charlie le subió la intensidad y metió su lengua en mi boca y succionaba mi labio. En general un beso muy normal en nosotros
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Una Slyterin muy diferente
FanficDos mundos que se unen, semidioses y magos. Adaliah Edwards es una de ella, hija de Tánatos dios de la muerte pacífica entre otras cosas. La madre de Adalih falleció en la primera guerra mágica dejando a una pequeña bebé de dos años de edad, casi t...