Narra Charlie.
Era sábado, mi día favorito de la semana, ya que me levantaba tarde con mi esposa y su hermoso vientre, apenas tiene 4 meses pero ya lo tiene redondito, ella comenzó a sentirse insegura no solo porque su cuerpo estaba perdiendo la silueta que tenía, sino que en el su vientre hinchado se veían las cicatrices que se había hecho en sus años como semidiosa.
Así que cuando me levante y la vi dormida plácidamente, le subí con cuidado su camisa del pijama y comencé a besar su vientre en donde estaban las cicatrices y le decía a mi bebé.
—Muy bien, pequeño dragón.—le dije.—Te amo. Debemos cuidar a tu madre, desde ahora y decirle siempre que está hermosa. Ella es lo mejor que nos ha pasado en la vida.—bese el vientre.—Y tú eres lo mejor que nos ha pasado a nosotros.
Sentí una mano en mi cabello y vi a mi esposa.
—Y tú Charlie Weasley eres lo mejor que nos puede pasar a los dos, el mejor esposo, amigo y padre del mundo
Sonreí con lo que me dijo y la bese.
Narra Adaliah.
Tenía 6 meses y estaba gorda y redonda como una pelota, pero ya con los meses me hice a la idea de que estoy así por mi pequeño dragón, como le empezamos a llamar Charlie y yo.
—Haber amigo, vamos a revisarte.
Le dije a un pequeño bebé dragón colacuerno hungaro, mi profesor estaba viendo lo que hacía.
El dragón no se tomó muy bien y escupió fuego, yo con cuidado lo convertí en una pequeña bolita que le fui dando forma.—Se que tienes miedo amigo.—le dije.—Te alejaron de tu madre, te dire un secreto.—Le ofrecí mi mano y el la olió.—Yo también voy a ser mamá estoy esperando un pequeño bebé, y créeme que de solo pensar que cuando nazca se lo tendrán que llevar para que lo revisen me aterra. —Lo trate de tomar y el se dejó.—Pero si te dejas hacer las cosas, estarás muy rápido con tu madre de vuelta.
El dragón me entendió y se dejó tomar bien, lo revisé y con cuidado le di leche un biberón.
—¿Estás practicando?—brinqué con el dragón en mis brazos, logrando que el soltara una manada de fuego del infierno, yo lo calme y le volví a dar la leche.
—Si cariño, y me gustaría que no asustaras así a los bebés dragones.—le dije a mi esposo.
El sonrió y se acercó a mi poniendo sus manos en mis hombros y besando mi mejilla.
—Está bien corazón.
Nueve meses.
Narra Charlie.
Adaliah no tenía clases, yo no debía trabajar habíamos pedido permiso por la razón de que nuestro hijo o hija nacerá en cualquier momento, como era peligroso para Adaliah ir a San mungo decidimos que el bebé nacería en la madriguera, para que mi madre atendiera el parto.
Ambos estábamos afuera de la casa, sentados debajo de un árbol (intenté convenzo el a Adaliah de que no se sentara pero es muy terca) yo la abrazaba mientras veíamos la naturaleza.
—¿Que piensas que sea?—me preguntó.
—Creo que una niña, seria muy adorable tener a alguien con tus facciones y mi pelo.—ella sonrió y acarició su vientre.—¿tu que crees que sea?
—Creo que será un niño, y que será travieso como tú se mueve mucho.
Ambos reímos, yo coloqué mi mano en el vientre de mi esposa.
Adaliah tenía un vestido de flores que se le veía muy bonito, pero se estaba mojando, me levante rápido y la vi con su cara de dolor.
—Ohhh por HADES.
Yo no supe que hacer y quede como una piedra.
Narra Adaliah.
Mi esposo de reacciona y a mi se me ocurrió lo más sensato, invoqué dos malditos esqueletos.
—Que están esperando, LLÉVENME A LA CASA.
Ellos me levantaron y me llevaron a la casa tirando la puerta, todos veían asustados la situación.
—MI HIJO YA VIENE EN CAMINO.
El señor Weasley me recibió con ayuda de Ginny, los esqueletos se fueron y la señora Weasley se acercó a mi.
—¿Donde está Charlie?
—Paralizado con una cara de estupido en el jardín.—le dije mientras trataba de subir las escaleras, lo hacía lento pero se podía.
—FRED, GEORGE VAYAN POR SU HERMANO.—Les grito Molly, estuve muy de acuerdo.
Pude subir un piso con ayuda, cuando veo a mi esposo llegar corriendo y con la cara mojada, no lo dejo hablar y le doy un golpe en la cabeza.
—NUESTRO BEBÉ VA A NACER Y TÚ NO DICES NADA.—Le grito u le pasó los brazos por su cuello y el me cargo.—Te amo.
—Yo también, tranquila ya estaré contigo.
El cargada me llevo al cuarto en donde con un movimiento de varita de Molly quedo preparada para un parto.
Sentí ese parto eterno, sudaba, me dolía, pujaba, le daba la culpa a Charlie por no usar protección, luego le decía que lo amaba.
Yo creo que le debo haber roto la mano, pero no me sentiré culpable, ahora nuestro hijo me está rompiendo en dos.
—Adaliah ya puedo sujetar su cabeza, ya va a nacer.
—Gracias a los dioses benditos.—Dijo recostándome en la cama.
—Ahora puja.
Puje y grite, Charlie me sujeto para que de pronto no me haga daño, lo que me devolvió a tener fuerzas, fue el llanto, llanto de un bebé. Mi bebé.
Vi cómo Molly, lo sacó y lo envolvió en una toalla, Charlie se levantó y lo cargo, yo me recosté agotada viendo la escena de mi esposo pelirrojo con su cabello largo, cargando al fruto de los dos un mini pelirrojo, que desde aquí aún con sangre distingo el tono de su pelo.
Charlie se sentó en la cama y dejó el pequeño bulto en mis brazos.—Tenemos un pequeño Niño.
Yo lo cargue y lo pegue a mi pecho viendo sus piel pálida como la mía, con el cabello de su padre y sus manos en un puñitos.
—Mi bebé, soy tu mami.
El sintió el latido de mi corazón y mi voz, dejó de llorar y se recostó en mi pecho, donde esta mi corazón.
—¿Como lo vamos a llamar?—Me pregunto Charlie tomando su pequeña manita.
—Estuve pensando.—dije sin verlo, por estar apreciando a mi bebé.—Hay un nombre que viene el griego, Lucien que significa luz de dragón, pensé que era un buen nombre, tú eres la luz que me sacó de la oscuridad y como todo el embarazo lo llamamos pequeño dragón, creo que es buena idea.
Lo vi, el me sonrió y beso mi frente que estaba con mucho sudor.
—Creo que ahora Lucien Weasley Edwards tiene un nombre.
—Si.
Yo me recosté en su pecho y el nos abrazo, estaba tan cansada que me dormi en el pecho de mi esposo y cargando a mi hijo.
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Una Slyterin muy diferente
FanfictionDos mundos que se unen, semidioses y magos. Adaliah Edwards es una de ella, hija de Tánatos dios de la muerte pacífica entre otras cosas. La madre de Adalih falleció en la primera guerra mágica dejando a una pequeña bebé de dos años de edad, casi t...