Pov Marti
Habia dejado la agencia de modelaje. Sentía que ya no tenia la cabeza ahí y para hacer las cosas mal, sobre todo tratandose de algo tan importante como modelar, preferia no hacerlo.
Todo en mi vida estaba boca abajo. No estaba feliz, estaba solo existiendo. Mi papá me dejo que tomara las riendas de la empresa mientras él se ocupaba de la construcción del nuevo hotel. Con Gian, todo seguia igual, era mi pareja y aunque le debia respeto, todas las noches me iba a un bar distinto a acostarme con la primer persona que me interesara. Él notaba que yo no estaba tan presente y me hacia reclamos constantes, pero yo no queria lidiar con eso.
—Otra vez no dormiste aca. —me dijo cuando entre a mi habitación.
—¿A que viniste? —le pregunte al verlo ahi.
—Queria desayunar con vos. —se lo notaba molesto. —Pero otra vez no estabas, ¿que hiciste anoche?
—Fui a tomar algo. —conteste mientras me sacaba los zapatos.
—Tenes olor a alcohol Martina. —me dijo cuando se acerco a mi. —Y a perfume de hombre.
—El lugar era muy chico, quizas se me pego. —me comence a sacar la ropa para meterme en la ducha. —Voy a ducharme ¿venis?
Él lo dudo por un segundo pero me siguio. Ambos nos metimos a la bañera y comenzo a acariciarme la espalda lentamente. Si hay algo que le reconocia a Gian, era lo bien que usaba sus manos y dedos conmigo, obvio no era Lourdes pero me hacia pasar un buen rato.
—¿Esto te lo hace otro hombre? —me pego a él haciendome sentir su parte baja.
—No. —dije algo excitada.
—¿Y esto? —me dio vuelta levantandome.
Empezamos a cojer, fuerte y lujuriosamente como lo hacia con las personas que no me importaban. Cuando senti que estaba por llegar, mi cabeza estaba completamente en otro lugar, empece a pensar en como me tocaba ella y no pude evitar tenerla en mete cuando estaba a punto de alcanzar el orgasmo.
—¡Ay si, Lourdes! —se me escapo cuando termine y tanto Gian como yo nos quedamos sorprendidos.
Me tape la boca de inmediato y él simplemente me solto, mientras me miraba esperando una explicación. Una explicación que no se me ocurria.
—¿Lourdes? —preguntó. —¿Estabas cojiendo conmigo pensando en una mujer? —su rostro era confuso.
—No...no se, no se que me paso. —le dije con sinceridad.
—Te paso que estas acostandote con otra y cuando estas conmigo pensas en ella. —parecia tenerlo claro.
—Yo...Gian...perdoname. —agache la cabeza.
—Esta bien. —suspiro. —Tengo que irme. —tomo una toalla para salir de la ducha.
—Espera, ¿a donde vas? —le pregunte.
—Necesito tiempo. —y sin decirme más, se fue.
Para cuando sali de la ducha ni Gian ni su ropa estaban ahi. Me sentía mal por lo que habia sucedido, si bien era una realidad que no estaba enamorada de él, le habia tomado cierto cariño, y de todo lo que había sucedido en mi vida estos últimos meses, la compañía de Gian era algo bueno entre tantas cosas malas.
Pasaron unos días y siguio sin aparecer ni responder mis llamadas, pero hoy en la noche teniamos una cena con su padre y el mío. Seria raro volver a verlo recien ahí, pero me mando un mensaje para avisarme que me pasaría a buscar.
—Hola. —dije timidamente entrando al auto.
—Hola. —contesto.
El viaje fue silencioso, la radio lo hacia menos grave, pero ambos estabamos incomodos. Cuando estacionamos en el restaurante, él tomo la palabra.
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Delicate || Martuli
FanfictionMartina Benza es la hija del empresario y dueño de la cadena de hoteles más importante de todo Nueva York. Después del fallecimiento de su madre, las peleas por la rebeldía de la chica rubia formaban parte de la rutina de Dan Benza. Hasta que por fi...