Capitulo 32

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Pov Luli

Después de una semana más en Filadelfia, estabamos volviendo a Nueva York. La charla que tuvimos con Martina sobre mi trabajo y sobre sus responsabilidades nos habia hecho entender a las dos donde estabamos paradas y lo que queriamos para nuestra relación.

Ella no queria que le oculte cosas, aunque sean para protegerla y yo no queria que ella renuncie a mi para "salvarme" de sus desastres, como ella los llama.

—Ya estamos por aterrizar. —me dijo ella nerviosa.

—Lo se, ¿estas bien? —pregunte.

—Si, pero no se que esperar. —me respondio.

Una vez que el avion freno. Tomamos nuestras cosas y bajamos, eran las 5 de la mañana, pensamos que este horario seria el mejor porque no habia muchas personas. Nicolas fue a recogernos y apenas nos vio bajar de las escaleras mecanicas, se acerco a ayudarnos con el equipaje. Cata tambien estaba con él.

—¿Como fue el viaje chicas? —pregunto el mejor amigo de mi novia.

—Bien, como se pudo, solo podia pensar en que pasaria cuando lleguemos aca. —contesto la rubia.

—Tranquilas que no hay nadie, pero subamos rapido a la camioneta. —dijo Cata y nosotros hicimos caso.

Una vez en el auto, escuchabamos los relatos de Nicolas sobre como estaban las cosas por la ciudad, el departamento de Martina ya no tenia a nadie esperandola porque se sabia que habia dejado Nueva York, pero ahora que volvio, no se sabia que tanto iban a tardar en aparecer para tener una primicia.

—¿De mi padre saben algo? —pregunto mi novia.

—Nada, es como si hubiera desaparecido completamente. —respondió Nico. —Aunque la empresa esta cuidada por lo que se, puso a un ejecutivo y al padre de Brisa a vigilarlo cada tanto, podrias preguntarle a ella, a lo mejor tiene más información que yo. —la rubia solo asintió.

Una vez que llegamos a mi departamento, Nico nos ayudo a subir las cosas y después se despidio. Me puse a hacer unos waffles mientras veia a Martina muy concentrada en su celular.

—¿Que pasa amor? —le pregunte desde la cocina.

—Estaba buscando algo sobre mi padre. —contesto. —Pero Nicolas tiene razón, pareciera que se lo trago la tierra.

—No debe querer que nadie lo encuentre. —le dije yo.

—Ya cause demasiado alboroto, y se que eso a él no le gusta. —dejo caer un suspiro mientras bloqueaba su celular.

—No te rebusques tanto con eso. —deje las cosas para sentarme al lado de ella. —Si lo que estas pensando es en que es tu culpa que tu padre se haya ido sin dejar rastro entonces estas pensando mal.

—Se fue porque le averguenza todo lo que hice. —la notaba apenada de verdad.

—Él te llevo a hacer todo eso, estaba a punto de hacerte casar con alguien que no querias. —le recorde.

—Lo se. —finalmente acepto. —Hablando de eso, ¿te molestaria si me junto con Gian? Es para saber como esta, después de todo este quilombo no volvi a hablar con él y siento que no es justo ya que lo involucre de alguna manera. —me miro como pidiendo permiso.

—No hay problema, si es algo que sentis que tenes que hacer entonces hacelo. —respondi sin drama.

—Gracias. —me beso.

—No tenes que agradecerme. —le respondi.

Desayunamos y nos tiramos en la cama a descansar un rato. Después de todo habia sido un vuelo tenso, así que apenas Marti toco la almohada, el sueño no tardo en llegar. En cambio yo, solo pude verla dormir. No iba a decirselo, pero yo estaba preocupada, a ella le importaba demasiado la opinion pública y habiamos estado un mes sin que se hablara sobre su nota en ninguna parte, pero con su regreso quizas reavivaria todo ese tema nuevamente y yo no estaba segura si Martina estaba preparada para pasar por todo eso nuevamente.

Delicate || MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora