Pov Luli
Una semana habia pasado desde que operaron a mi hermana, las cosas se complicaron y ella quedo en terapia intensiva. Los medicos decian que no estaban muy seguros de si iba a despertar y eso me destruia. Yo solo quería tenerla conmigo otra vez. Iba todos los días y me quedaba horas hablandole esperando a que despierte pero no lo hacía. Ver a toda mi familia sufriendo al igual que yo me destrozaba. Mi mundo se estaba viniendo abajo.
Y ahi estaba Martina, desde que me acompaño a Filadelfía que no se despego de mi en ningun momento. A pesar de que seguramente tenia mucho que hacer en Nueva York, ella estaba ahi para sostenerme y era algo que realmente agradecía.
—Gabi, voy a su casa a buscar más ropa para Lourdes, ¿necesitas algo? —escuche que la rubia le hablaba a mi mamá. —¿Que te lleve?
—No linda, muchas gracias, con Fabian vamos a pasar la noche aca. —mi mamá le respondio. —Pero quizas deberias llevarte a Lourdes para que descanse un poco.
—No quiero irme. —interrumpi yo su conversación.
—Por favor hija, estas aca hace una semana. —esta vez intervino mi padre. —Lo mejor seria que te vayas con Martina a casa.
—Vamos Lu, te prometo que mañana te vuelvo a traer. —Martina me pidió. —Tenes que dormir una cama de verdad.
No queria irme, no queria que pasara algo con Delfi y yo no este, pero mi familia tenia razón. Tenia que descansar, tenia ojeras, el pelo hecho un asco, dolor de todo, pero nada me importaba más que mi hermana en este momento.
—Si pasa algo con Delfina te avisamos. —me afirmo mi papá.
—Y yo te traigo en seguida. —Marti tomo mi mano.
Accedí rendida. Fuimos hasta la salida y subi al auto que habia rentado Martina. El viaje era silencioso, no creo haber hablado con ella en una conversación real desde la operación de mi hermana, pero aún asi, ella estaba ahi para apoyarme.
Llegamos a mi casa y todo estaba oscuro. Franco se habia ido porque su licencia en la universidad habia terminado y mis padres estaban en el hospital, así que en mi casa no habia nadie.
—¿Vas a querer comer? Voy a cocinar yo. —dijo Martina.
—No tengo hambre. —conteste.
—Estas comiendo muy poco Lu, por no decir nada. —se sento al lado mio. —Tenes que estar alimentada, no debil.
—Pero no tengo hambre. —volvi a repetir.
—Esta bien. —suspiro algo exhausta. —Voy a cocinar, unas pastas, de hecho es lo único que se cocinar. —bromeo. —Asi intentas comer, hasta donde puedas. —se levanto de la mesa sin esperar mi contestación y se fue a la cocina.
Después de un tiempo que ni senti pasar, la comida estaba lista. Martina puso los platos, saco una bebida y se dispuso a comer lo que habia preparado.
Yo miraba el plato y jugaba con mi tenedor, le di dos o tres bocados pero tenia el estomago cerrado. Verla ahi lidiar conmigo y mi tristeza me hacia pensar en si tdoo esto era correcto, después de todo ella tenia una vida, SE IBA A CASAR, no podía simplemente retenerla aca.
La cena se termino, Martina acomodo todo y yo subi a mi habitación o eso intente, porque al ver la puerta de la pieza de Delfina me desmorone ahi y comence a llorar. Pedia al cielo todas las noches porque no me la arrebatara, pero ya no sabia que más hacer.
—Lu, estoy aca, tranquila. —Martina se tiro en el suelo a abrazarme. —Podes llorar tranquila.
Eso hice. Me aferre a ella y llore en su pecho, por bastante tiempo, que sinceramente no se cuanto fue.
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Delicate || Martuli
FanfictionMartina Benza es la hija del empresario y dueño de la cadena de hoteles más importante de todo Nueva York. Después del fallecimiento de su madre, las peleas por la rebeldía de la chica rubia formaban parte de la rutina de Dan Benza. Hasta que por fi...