Epilogo.

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Pov Martina

Pasaron 10 años desde la última vez que Lourdes y yo estuvimos separadas. Desde esa tarde en el aeropuerto que todo cambio para mejor con respecto a nosotras. Ahora estabamos viviendo en una gran mansion en Manhattan, Lourdes tenia su propio estudio y galeria de arte y yo continue con la empresa de mi padre, pero no solo construyendo hoteles, sino que tambien ahora me dedicaba a prestar servicios para construir hogares y escuelas. Trabajaba con Camila obviamente, nuestra relación cada vez se afianzo más y nos convertimos en hermanas de verdad, eramos una familia. Ella comenzo a salir con Gian 2 años después, son tan tiernos juntos que hasta me dan ganas de vomitar. Ahora Cami estaba de licencia porque tiene 8 meses de embarazo. Iba a tener otro sobrinito.

Angie y Brisa se convirtieron en nuestras vecinas. Angie era mi socia así que recurrentemente trabajamos juntas y Brisa decidio abrir su propia academia de danza. Tuvieron dos hijas más además de Emma que ya tenia 10 años. Le seguian Tati de 8 y Vicky de 4.

Nicolas y Cata siguen juntos contra todo pronostico, todavia no tienen hijos y por el momento tampoco hay planes de tenerlos, pero Nicolas es muy feliz viajando por el mundo y Cata es más que feliz siendo su acompañante. Sele y Rama siguen casados y tienen un hermoso hijo de 7 años llamado Santiago.

La familia de Lourdes se mudo a Nueva York. Les conseguimos una casa cerca de la nuestra y Delfina se anoto en la academia de baile de Brisa, realmente lo hace muy bien. Mientras que Franco y su novia, Ari, se casaron y se mudaron a Alemania. Cada tanto vienen de visita y se quedan en mi antiguo departamento.

En cuanto a Lourdes y a mi, si, si fuimos madres. Tuvimos dos hermosos mellizos, Genaro y Matilda. Tienen 4 años y son lo más lindo que tengo en la vida junto con Lourdes. Estoy demasiado feliz por la familia que formamos y todo lo que conseguimos en estos años, mirando hacia atras, nos costo demasiado.

—Amor, ¿te fijas si Gena esta jugando otra vez con el control de la tele? Siempre toca todo y desconfigura las cosas. —me grito Lourdes desde la cocina.

—Ahi voy. —le conteste y fui al living a chequear. Y efectivamente si, estaba jugando con el control.  —Que travieso que sos eh, menos mal que mamá te dijo que no toques más esto, ahora nos va a retar a los dos. —Gena me miraba sonriente, seguro no estaba entendiendo ni una palabra pero él era feliz cuando yo lo alzaba.

—¿Y? ¿Lo tenia o no? —entro Lourdes con Mati en brazos.

—No, esta vez no lo tenia. —decidi mentir piadosamente para evitarle a nuestro hijo un regaño innecesario.

—Esta bien, ahora hay que cambiarlos para el cumpleaños de Tati. —me informo. —Traeme a Gena asi los preparo.

—Enseguida vamos. —tome el control y apague la tele. —Vamos campeon, hay que ponerse lindos para esta noche.

Lourdes comenzo a cambiarlos mientras yo ayudaba alcanzandole las prendas. Verla a ella en modo mamá hacia que me enamore todavia más, era perfecta.

—Ya estan listos. —ambos estaban vestidos a juego pero distinto color. Tenian una camisa clarita, Mati de color rosita y Gena de color beige, un overol de jean, y unas botas del mismo color de la camisa de cada uno. Mati tenia dos colitas y Gena una gorra tambien de jean.

—Estan muy hermosos. —sonreí. —Gena es muy parecido a vos, tiene tus ojos.

—Si, pero en personalidad es igual a vos. —nego con la cabeza. —Las cosas que le habras enseñado.

—Solo aprende de la mejor. —alardee. —Pero Mati es igual a vos en personalidad.

—Si pero es rubia y tiene tus dientitos, podia ser una mini Marti tranquilamente. —ella rio.

—Eso era lo que querias ¿no? repetias todo el embarazo que si era nena querias que salga parecida a mi. —levante mis hombros.

—Si, y se me cumplio el deseo. —me beso. —Ahora acomodense que voy a sacarles una foto.

—Es increible que todavia tengas esa vieja camara que te regale la primera vez que nos vimos. —alze a mis dos hijos para que Lourdes saque la foto.

—Es muy buena y es un hermoso recuerdo. —dijo una vez que la saco. —Es más, todavia tengo la polaroid que te saque ese día.

—Nunca me dejaste verla. —me queje.

—Es verdad. —largo una risa. —¿Queres verla ahora?

—Me encantaria. —ella tomo su billetera y saco la polaroid. Me dio nostalgia verme a mi 12 años atras. Estaba con mi campera amarilla y con un gesto serio, pero me encantaba que Lourdes la haya guardado. De inmediato pense en la primera vez que la lleve a recorrer central park, y en lo nerviosa que me sentia por tenerla cerca. —Sos el amor de mi vida, Lu.

—Y vos el mio, Mar. —nos dimos un beso y nuestros hijos empezaron a aplaudir.

—Antes de irnos.... ¿podriamos pasar a ver a mi madre? —le pedi.

—Claro que si, anda por el auto que yo llevo a este par. —me dijo y enseguida nos levantamos.

Conduje hasta el cementerio y caminamos hacia la tumba de mi madre. Un lugar asi no es para niños pero con Lourdes queriamos que ellos supieran quien era su abuela desde pequeños, aparte ellos no lo veian como algo malo o triste, sino como algo divertido, despues de todo, tienen 4 años.

—Hola ma, volvi como te prometi, y ahora te traje a los chicos...a mis hijos. —comence a hablarle. —Son Genaro y Matilda, son mellizos. —mis lagrimas no tardaron en llegar. —Gracias por la familia que me diste, porque se que fuiste vos, quiero que sepas que me voy a encargar que ellos sepan quien fue su abuela y lo grandiosa mujer que fuiste, voy a mostrarles fotos, contarles anecdotas, te lo prometo. —senti como la mano de Lourdes acariciaba mi espalda.

—Hijos dejen las flores y vamonos al auto, hay que dejarle un momento a solas a su madre. —los nenes hicieron caso, pero no se fueron sin antes darme un beso en cada cachete. Eso me hizo sonreir.

—Una vez estuve aca y te pedi una señal para saber si Lourdes era la correcta, tambien te pedi que me ayudes a amar como corresponde....bueno, lo hiciste. —me limpie las lagrimas. —Así que todo esto, te lo debo a vos y te agradezco, porque hoy tengo una familia hermosa y se que vos nos estas cuidando desde arriba, pase lo que pase, te amo. —deje un último beso, una flor y me fui devuelta al auto.

—Mamiiii. —grito Gena cuando me vio subir.

—Hola hijo. —lo bese. —¿Estan listos para ir al cumpleaños de su prima Tati?

—¡Siiii! —dijeron los dos al unisono.

—Entonces vamos. —dijo Lourdes y conduje hasta la casa de Angie y Brisa.

La vida es linda cuando te propones a mirar el lado bueno de las cosas. Mientras más te resistas a lo que sentis, más tiempo vas a pasar reprimiendo tu felicidad.

Quizas la vida se trata de momentos simples, donde saber aprovecharlos es el premio.

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Ahora si. Este es el fin de la historia. Quiero agradecerles por leerla hasta el final y dejarme muy lindos comentarios. Espero que les haya gustado mucho y que la disfruten.

Proximamente subire otras historias Martuli. Así que acepto sugerencias.

Un beso enorme y gracias🖤

Delicate || MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora