Pov Luli
—¿Quien era amor? —pregunte mientras bajaba por las escaleras en toalla.
—Alguien que te buscaba a vos. —me miro confundida.
—¿A mi? ¿Y como se llamaba? —era extraño, no estaba esperando a nadie.
—No llego a decirme, me pregunto por vos y después le agarro como una baja de presion...se puso palida no sabes, me preocupe mucho. —me conto. —Le ofreci ayuda pero no quiso y se fue casi corriendo, fue muy extraño.
—¿Como era la chica? —ya me imaginaba quien podia ser.
—Alta, rubia, ojos miel. —era Martina. —¿Por qué? ¿Qué pasa Luli? —me pregunto al ver que me habia quedado callada.
—Tenemos que hablar. —le dije y ella cambio su templanza a una más seria.
Después de cambiarme, volvi a bajar al living y estaba ella esperandome ahí. Estaba algo inquieta porque la veia mover su pierna, eso hacia cuando estaba nerviosa.
—Ya estoy. —le dije sentandome a su lado.
—¿Podes decirme que pasa? Estoy muy confundida. —se le notaba en la cara.
—Hoy te menti. —empece a decir y pude ver como su cara cambio. —No tenia que trabajar, de hecho, ni si quiera tengo trabajo el resto de la semana porque me pedi los días libres por la mudanza.
—Al punto Lourdes. —ya se estaba impacientando.
—¿Te acordas de Martina? La chica que te conte. —ella asintió no muy contenta. —Bueno, cuando fui al hospital con Angie y Brisa, ella llego, es la mejor amiga de Bri después de todo...nos quedamos juntas esperando al parto y después se ofrecio a traerme de vuelta a casa. —mientras lo contaba podia sentir la tension en el ambiente. —Y me dijo de tomar un cafe, yo acepte y hoy nos vimos.
—¿Eso fue lo que fuiste a hacer hoy? —me pregunto.
—Si. —admiti avergonzada.
—¿Y no pensabas decirmelo? —su tono era indignado.
—Te juro que si, iba a decirtelo, pero queria primero ver como salia todo y sinceramente no se para que, debi habertelo dicho de inmediato. —le dije. —Y esa chica que hoy vino a tocar la puerta, era ella, era Martina.
—Ya entiendo porque se puso asi. —me contesto.
—¿Qué? —pregunte sin entender.
—Comenzo a darle un ataque cuando le dije que yo era tu novia, al parecer en esos encuentros que tuvieron se te olvido el detalle de decirle que estabas con alguien. —se levanto molesta.
—No, Mel, por favor. —la agarre para detenerla. —No fue asi, al contrario, me maneje muy mal y eso lo se, pero creeme que no fue mi intención mentirte y ocultarle a ella que yo estaba con vos. —dije sincera, en parte. —Pero todo se me salio de las manos, y me disculpo por eso.
—Te creo, pero sigue molestandome todo esto y admito que tambien me siento algo preocupada. —agacho la cabeza.
—No tenes porque preocuparte, te lo aseguro. —le dije.
—Si tengo, porque solamente ella puede lograr ponerte asi de nerviosa y que hagas todas estas cosas como si otra vez tuvieras 16 años. —me quede callada ante esto. —Y tu silencio solo confirma que tengo razón.
—Yo te amo a vos. —aclare.
—Nunca hable de eso Lourdes. —suspiro. —Lo mejor va a ser que hoy duerma en la otra habitación.
Intente negarme pero las palabras no me salian, ella subio las escaleras rapidamente y escuche como abria la puerta del cuarto de huespedes.
La habia cagado rotundamente y me odiaba por eso, pero tambien odiaba a Martina. Cada vez que estaba cerca mio, mi vida se convertia en un caos total. Con lo mucho que me costo superarla y volver a ser feliz, tiene que aparecer para arruinarlo todo.
Al otro día me levante y estaba sola en la cama, lo cual me hizo recordar mi pelea con Melissa el día anterior. Baje a desayunar y ella no estaba en la cocina, todo daba indicios de que ya se habia ido a trabajar. Así que me prepare un cafe y me cambie para ir a la casa de mi mejor amiga.
—Amo que vengas con estos chismes, porque con todo el tema de ser mamá siento que ya no tengo otra vida que no sean pañales y videos de vacas cantantes. —me dijo acostando a Emma en la cuna.
—Y lo haces muy bien, la verdad que no te tenia fe pero te veo siendo una excelente mamá. —le dije.
—Gracias, me vi muchos videos de youtube antes del parto, Brisa me decia que era tonto pero ahora por lo menos se cambiar un pañal, en cambio ella....—reí ante esto.
—Yo deberia aprender, después de todo soy la tia y si un día se queda conmigo entonces voy a tener que saber que hacer. —mire la cuna y la bebe se veia tan linda durmiendo.
—Después te paso el video. —me guiño el ojo. —Ahora, ¿como estas con lo de Martina?
—Realmente mal. —fui sincera. —Siempre que llega me desacomoda toda la vida.
—Lo hace porque vos se lo permitis. —levanto sus hombros.
—Yo no le di permiso para que vuelva y se interponga en mi relación. —respondí enojada.
—Si, se lo diste. —volvio a decir. —Primero cuando no le aclaraste de entrada que estabas saliendo con alguien y segundo cuando hiciste todo ese show en la cafeteria, que por cierto, me encanto, sos muy dramatica.
—No soy dramatica, dije la verdad, ella me dejo muchas veces y ahora pretende que este todo bien ¿quien se cree? —iba a explotar de la furia si seguia recordando ese momento. —Y si le iba a decir lo de Melissa, solo que no me dio tiempo.
—No claro, me imagino que no. —dijo sarcasticamente. —Ahora la pregunta es, ¿que sentis por ella?
—Enojo, bronca...¡odio! —me tire de los pelos. —Ella piensa que va a volver, con su nueva elegancia parisina y su...su tono provocador, a mirarme fijamente y a decirme "ah ahora estoy muy bien Lourdes" y que eso va a hacer que yo caiga como si este último año y medio jamas hubiera pasado, pfff. —casi que escupi. —Esta muy equivocada.
—Si...veo que no le esta resultando para nada. —la golpee en el brazo. —Ey no me golpees, soy mamá.
—Entonces no insinues cosas que no son. —le dije.
—No insinuo cosas que no son, solo digo que si te altera asi es por algo. —me repitio. —Martina siempre tuvo ese poder en vos y hay que admitirlo, se ve muy sexy en pañuelos y quizas haya gastado más plata de la que nos podriamos imaginar en perfumes europeos pero no juega si del otro lado no estan jugando.
—Yo no estoy jugando. —afirme.
—Entonces aclara todo de una, sacala de tu vida de una buena vez y arregla tus cosas con Melissa antes de que sea tarde. —yo asentí. —Y acordate, cuida tu corazón.
—Lo se, eso voy a hacer. —dije.
Me despedi de mi mejor amiga y fui en camino a una floreria, primero resolveria todo el problema con mi novia y después aclararia las cosas con Martina. Yo ya tengo mi vida hecha aca en Nueva York y Martina pronto se iria a Francia nuevamente, solo teniamos que pasar esta turbulencia y ya todo volveria a la normalidad.
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Delicate || Martuli
FanfictionMartina Benza es la hija del empresario y dueño de la cadena de hoteles más importante de todo Nueva York. Después del fallecimiento de su madre, las peleas por la rebeldía de la chica rubia formaban parte de la rutina de Dan Benza. Hasta que por fi...