Capitulo 30

535 31 0
                                    

Pov Marti

Estaba empezando a acostumbarme a Filadelfia. Todo era tranquilo por aca comparado con Nueva York. Sobre todo después de lo que habia pasado conmigo, me alegraba salir a la calle sabiendo que nadie iba a molestarme ni perseguirme.

Este fin de semana Brisa, Angie, Nicolas, Selena y Ramiro estaban viajando para visitarnos. El padre de Lourdes habia organizado una parrillada para recibirnos a todos y tambien porque Franco iba a presentarnos a la chica con la que habia estado saliendo.

Por mi parte, queria pedirle a Lourdes que sea mi novia de una forma linda. Si me decian un año atras que yo estaria planeando algo cursi para pedirle a alguien que sea mi pareja yo me hubiera reido en la cara de esa persona como si hubiera contado el mejor chiste de la vida. Pero aca estaba, Lourdes habia causado eso en mi y no me quejaba para nada. De hecho, me ponía feliz sentirme asi.

—Angie me aviso que ya estaban en el hotel. —me dijo la ojiverde. —Cuando terminen de acomodarse iban a pedir el taxi para venir para aca.

—Genial. —conteste. —Antes que empecemos a ayudar a tu padre, ¿me acompañarias a un lugar?

—A donde vos quieras. —me respondio.

La tome de la mano y comenzamos a caminar. Unas tres o cuatro cuadras hasta llegar a una especie de "campo", caminamos un poco mas adentrandonos para llegar a un lugar algo escondido que tenia una vista al lago que dividia una manzana de la otra. Delfi me conto que Lourdes la llevaba a jugar ahí desde que es chiquita porque es el mismo lugar donde Franco y ella iban desde pequeños, me parecio algo tierno y lo tuve en consideración para esta pedida.

—¿Como conocias este lugar? —me pregunto una vez alli.

—Digamos que tengo mis informantes. —levante mis hombros.

—¿Y esto? —me miro curiosa cuando vio un paquete enorme en el suelo.

—Quiero que seas mi novia Lu, de verdad lo quiero y espero que vos tengas las mismas ganas que yo porque no hay nada que me haga más feliz que pasar mis días siendo tuya y vos mia. —le dije genuinamente.

—¿Me lo estas pidiendo? —se rió.

—Si, Lourdes, quiero saber si...¿serias mi novia? —me puse nerviosa al esperar su respuesta.

—Si mi amor, no hay nada que yo quisiera más que ser tu novia. —yo sonreí y ella se abalanzo encima mio para besarme.

Después de unos minutos nos separamos y miro la caja que aún seguia en el suelo.

—¿Ya puedo saber que hay aca? —me pregunto.

—Si, abrilo. —respondí y ella enseguida lo hizo.

Era un amplificador.

—Marti...esto es increible. —me abrazo. —No hacia falta.

—Si hacia, se que algo que te gusta casi tanto como la fotografia es tocar la guitarra y me encanta como lo haces. —le confese.

—Entonces voy a dedicarte cada canción que me aprenda. —respondió. —Aunque ya lo hacia antes. —ambas reimos.

Seguimos besandonos y hablando por un rato más, hasta que el mensaje de Angie diciendo que ya estaban en camino nos hizo volver a la casa.

Lourdes fue con su madre a la cocina a preparar las ensaladas mientras yo me quede con Fabi y Franco ayudando en la parrilla.

Llegaron nuestros amigos y las charlas se fueron dando, los chicos se pusieron a jugar a la pelota mientras que nosotras nos quedamos en el living hablando sobre el viaje de las chicas.

Delicate || MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora